La lluvia se volvió tragedia en San Salvador, en junio de 1922
Hace 97 años, las fuertes lluvias originadas por una amplia depresión tropical inundaron el sur de San Salvador. El gobierno jamás reconoció el número real de víctimas y daños en el interior de la república.
En la madrugada del lunes 12 de junio de 1922, San Salvadorse vistió de luto y dolor. Debido a un temporal de lluvia torrencial, el caudal del río Acelhuate creció, se desbordó, anegó y destruyó grandes sectores de barrios tan populares como Candelaria, La Vega, El Calvario y San Jacinto.
El meteoro acuoso mató a cientos de pobladores, que se fueron de esta vida prisioneros de aquellas aquellas precipitaciones sucias y tumultuosas.
A la destrucción sembrada por el Acelhuate se unió la de las aguas del barranco El Arenal, que se encargaron de causar más desolación.
Calles y avenidas afectadas por agua y lodo, edificaciones y puentes destruidos o dañados, tranvías volcados, centenares de animales domésticos, de tiro y de corral muertos, etc. Un amplio cuadro de devastación se alzó en pocas horas en una de las partes más pobres y más densamente pobladas de la capital salvadoreña.