Biólogos salvadoreños tienen una marcada preocupación sobre la situación de la nutria (Lontra longicaudis), pues según expresan es una de las especies de mamífero que ya es raro encontrar en el país.
Ricardo Ibarra, biólogo asociado a la Fundación Zoológica de El Salvador (Funzel), sostiene que la nutria se caracteriza por vivir en cuerpos de agua dulce, entre ellos ríos y lagos, lagunas.
Ibarra explicó que estos mamíferos tienen pelaje y ojos oscuros, orejas pequeñas y están plenamente adaptados para nadar bajo el agua porque en sus cuatro patas tienen una membrana similar a la de los patos que les permite impulsarse cuando están dentro de ella; además, controlan su nariz para que no les entre agua, su pelaje está diseñado para que no tengan resistencia al agua y su cola le sirve de timón.
La nutria, también llamada comúnmente “perro de agua”, es uno de los mamíferos que está dentro del listado de especies en riesgo y peligro de extinción, y tanto Ibarra como su colega Luis Girón, de la ONG Territorios Vivos El Salvador, coinciden en que durante los últimos años se han logrado avistar muy pocos ejemplares.
En 2004 especialistas que participaron en un estudio que la Asociación de Desarrollo Comunal Nueva Esperanza y el Fondo Iniciativa de las Américas desarrollaron en el Área Natural Protegida Santa Rita, en Ahuachapán, solo identificaron de 4 a 5 ejemplares.
Posteriormente se han logrado ver esporádicamente una que otra en ciertos sitios como el Río Ceniza, de Sonsonate; en el río Sapo en Morazán; y algunos ríos que conectan con las represas.
Esta especie, que es pariente de la comadreja, consume crustáceos, cangrejos, camarones, peces, algunos mamíferos pequeños, o aves si tienen oportunidad, según externó.
Girón señaló que debido a la intervención del hombre hoy en día la mayoría de afluentes están contaminados y con ello se ha reducido considerablemente la oportunidad de que las nutrias encuentren comida y se reproduzcan, a eso se suma que tienen pocas crías.
“A veces lo que pasa es que envenenan los ríos para pescar y eso mata todo lo que hay en los ríos, al final también perjudica a las nutrias”, advirtió.
Este biólogo de Territorios Vivos afirmó que cuando en los ríos construyen represas para regar áreas de cultivo de igual manera afectan el hábitat de este mamífero cuya vida transcurre en esas aguas y en las riberas.
Mientras, el especialista de Funzel, Ricardo Ibarra, aseguró que otra situación que ha diezmado a estas poblaciones son los ataques físicos que sufren de parte de los humanos.
Según explicó, la nutria es muy vulnerable a estos ataques, porque aunque son difíciles de ver, cuando alguien los encuentra no suelen huir, ni agredir.
“Son muy bonitas, muy sociables. Tienen carácter juguetón. Creo que son de los pocos mamíferos que juegan bastante, no son agresivos de por sí”, subrayó.
Él tiene fresco en su mente el recuerdo de dos nutrias a las que mataron sin razón. “Tenían tres heridas de machete, y es una animalita inofensiva, solo come pescado, no va a morder a nadie solo que la traten de agarrar. Es horrible (ver eso), duele, uno se siente impotente”, insistió el biólogo.
Ibarra lamenta que la legislación no sea más fuerte, al punto de multar y encarcelar a quienes dañen a los animales silvestres. Considera que debería de hacerse esfuerzos por cambiar las leyes, y con ello frenar que los sigan agrediendo o capturando para tenerlos en cautiverio.
En ese sentido considera que las alcaldías de lugares en donde se conoce que hay nutrias, dado el rol que tienen en el medio ambiente, deberían de asumir su protección por medio de ordenanzas.
De acuerdo con lo externado por el biólogo, debido a que las nutrias son depredadoras mantienen controladas las poblaciones de otras especies; además, como ellas no pueden vivir en ríos contaminados, su presencia es indicadora de cuán saludables son estos afluentes.
“El llamado sería a que la gente aprenda a valorar la diversidad biológica que tenemos en el país, porque es bastante alta; la nutria es una joya para el país, ya que es un mamífero sumamente especializado y adaptado a los cuerpos de agua, y entonces es un indicador de conservación”, advirtió.