El médico Ricardo Lara, actualmente decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nueva San Salvador (UNSSA), fue nombrado como parte del consejo que hará cumplir la Ley Especial para la Regulación de las Prácticas Clínicas de los Estudiantes de Internado Rotatorio, Año Social, Médicos y Odontólogos en Proceso de Especialización, que tiene como fin normar la formación de estos profesionales y la distribuir mejor carga de trabajo en los diferentes niveles de atención en salud. Cree que ayudará a “humanizar” la formación de los nuevos médicos.
¿En qué consiste esta ley para la formación de médicos y qué importancia tiene para los profesionales y los pacientes?
Aquí ha existido un problema de carácter histórico en la formación medica. Siempre fuimos comparados con una formación militarizada, cuando no debería ser así. En los últimos diez años el sistema de salud, que se tenía expectativa que iba a cambiar porque el enfoque socialista, por llamarlo de alguna manera, iba a darle ese toque humano a la formación médica.
Si estamos formando buenos médicos, desde que llegan al internado pasando por el servicio social, pasando por la residencia para la especialización y luego a la subespecialización, estamos garantizando que va a haber una buena atención para la población. Si fallamos en esa parte, ¿quién paga las consecuencias? La población. A la Asamblea llegaron tres propuestas de ley de las cuales se tomó lo mejor para formular esta ley.
¿Qué labor ejercerá en el consejo que se encargará de formular las principales políticas contenidas en la ley?
Yo llego a este consejo en mi calidad de Decano de Ciencias de la Salud de la Universidad Nueva San Salvador, y al llegar a este consejo, porque una de las funciones es la creación del reglamento, cuando nació esta ley la critiqué fuertemente y sigo teniendo mis dudas a pesar de que soy miembros del consejo, porque de alguna manera se le estaba dando legalidad a una serie de irregularidades, por una parte, y por otra está dejando un gran vacío que se tendrá que tomar en la parte de la humanización.
Mi gran pregunta es cómo vamos a quedar con los médicos que tienen largas jornadas laborales, que van más allá de las 40 horas semanales que manda por ley el Código de Trabajo. La mayor carga laboral está en los internos y en los residentes a nivel hospitalario y, en la atención de primer nivel, en los que están en servicio social. Si esta ley nace es porque el nivel de abuso, de mal uso, de explotación al que se ha sometido al estudiante de medicina en cualquiera de sus facetas, desde el internado hasta la residencia, nos ha llevado a tener serios problemas en la formación en los últimos años.
Esta ley le va a permitir al presidente pasar a la historia y darle vida a una nueva era en la formación de estudiantes de Medicina, en una formación más humana. Si eso se logra, estoy seguro de que los que se van a ver beneficiados van a ser los pacientes, las personas de más escasos recursos que son las que hacen uso de la red pública.
¿De qué manera esta ley va a generar una dinámica más positiva entre los médicos y los ciudadanos? ¿Se eliminará el maltrato hacia los pacientes?
Un trabajador de la rama de salud, si no duerme bien, no atiende bien. Estar atendiendo el dolor humano, al enfermo que adolece la sensación de muerte, sometido a esas largas jornadas cualquiera puede caer en una crisis existencial fuerte. En tal sentido, al aplicar bien la ley se van a tener grandes resultados. Aquí se va a poner a prueba la primera gran nueva idea que tendrá que echar a andar el nuevo Gobierno, que es la voluntad política de dar los recursos necesarios para que se tenga la cantidad de personal necesario y así poder distribuir las cargas laborales.
¿Es un problema de recursos?
Cuando me dicen que no hay recursos, en un país donde hemos escuchado de quinquenios donde han desaparecido más de 300 millones de dólares, podrá suceder cualquier cosa, pero dinero ha existido, lo que no ha existido es voluntad política y tenemos que tener una franqueza a la hora de decirlo.
Creo que esta ley, para que tenga vida, va a requerir voluntad, que exista denuncia con evidencia; pero lo más importante, el nuevo ministro de Salud tiene que impregnarle a sus 30 directores la calidad humana, el humanismo que no ha existido en los últimos 10 años, y si quieren hablar de los últimos 30 años hablamos, pero el nivel de persecución, el nivel de zozobra que se ha vivido los últimos 10 años es producto de la administración de estos 30 directores de hospitales.
En la formación de las especialidades médicas, vemos cómo anualmente más de 1,000 (médicos) salvadoreños van a examinarse para una residencia; pero nuestros residentes no se tienen que ver como mano de obra barata, los residentes son los futuros especialistas en este país, por consiguiente se les tiene que dar el equilibrio en tres cosas: en la parte asistencial, en la parte académica y luego en la parte personal. La parte académica se ha sacrificado porque a ellos se les ha explotado sobre manera.
¿Este sistema de turnos es porque así se estructura en la ley y es el método de aprendizaje o porque no existe la suficiente población de estudiantes para distribuirse de mejor manera los turnos?
Un médico residente de primer año le está teniendo que sacar el trabajo de cuatro, cómo no se va a extenuar. ¿Qué es lo que ha sucedido? Tenemos que actualizarnos a los nuevos tiempos. Por ejemplo, los casos de acoso sexual que están a la orden del día, de repente que alguien venga y diga que eso ha sido lo más natural y es históricamente lo que ha ocurrido, momento, hoy en día hay leyes que protegen a cualquier persona que es acosada sexualmente.
¿A su juicio qué reto tiene la nueva ministra de Salud?
El gran reto es ser sabedor que todas las instituciones universitarias que tenemos formación de médicos, odontólogos, enfermeras y todas las carreras afines, estamos en la disposición de trabajar de la mano, queremos trabajar de la mano en forma conjunta. El gran reto: humanizar la educación formativa de los médicos en los hospitales, el gran reto es fortalecer con el número de recursos humanos necesario y entre mejor fortalecidos y menos personal ad honorem tengamos en los hospitales mejor será la atención. ¿Quién va a ser el beneficiado? Sin temor a equivocarme, la población salvadoreña.