AHUACHAPÁN. Claudia Galicia gasta $10.50 a la semana para comprar leña que le sirve para hacer tortillas que vende afuera de su casa, en el cantón Llano la Laguna, en Ahuachapán.
Se ve obligada a echar mano de la naturaleza en su negocio, que tiene junto a su madre, porque utilizar gas propano representa un gasto que se duplica a la semana, pues en ese periodo usaría 2 cilindros que tienen un valor sin subsidio de $10.43 cada uno.
“Nos sale mejor la leña que el gas, que solo lo ocupamos para cocinar las cositas de comida”, relató la joven.
En ocasiones, para ahorrarse el gasto en la compra de leña, la ahuachapaneca va a las montañas que hay alrededor de su vivienda para conseguirla. Aunque eso significa salir a las 8:00 de la mañana y regresar 3 horas después.
La mujer reconoció que el humo que emana del fuego de la leña es dañino para la salud; pero que no tienen otra opción para generar ingresos económicos con la venta de tortillas y reconoció de que mucha gente utiliza leña para los negocios.
La percepción de la joven no está equivocada, según un reciente estudio sobre la deforestación que realizó la alcaldía de Ahuachapán y que estuvo encabezado por Marlon Brito, Sergio Galicia, Roberto Zaldaña y Melvin López.
Brito, coordinador de la Unidad Ambiental de la comuna, ve con preocupación este tipo de prácticas, que se suman a otras, porque están generando una grave deforestación en el municipio y que no está permitiendo que los mantos acuíferos tengan infiltración de agua.
En 10 años, dijo, se podría experimentar en el municipio un problema serio de suministro de agua.
“La deforestación es la causa de varios problemas serios. Por deforestar tenemos problemas con el suministro de agua, con la desertificación que reduce las áreas de producción de alimentos, también con la calidad de aire, aumento con las temperaturas y la falta de bosque provoca la disminución en la biodiversidad”, explicó.
El estudio consigna que de cada 100 hogares del área rural, 72 continúan cocinando con leña; mientras que en la zona urbana lo hace un 25% de la población. Son cerca de 11,500 hogares los que ocupan este recurso en el municipio.
“Se necesitan para cubrir esa demanda un poco más de 69 mil pantes de leña por año; estimando que una hectárea de bosque adulto puede producir 200 pantes de leña, se deduce que se requieren de 345 hectáreas de bosque por año para cubrir la demanda de leña de los hogares del municipio de Ahuachapán. También se requiere de más de 140 mil plantas por año para reponer las que han sido taladas”, expone el documento.
Brito señaló que una de las propuestas para minimizar el uso de la leña en los hogares es la introducción de cocinas ahorradoras, que utilizan apenas un 35% del consumo normal porque los materiales con las que son elaboradas maximizan la combustión.
Sin embargo, reconoció que esta tecnología debe de implementarse con ayuda de otras entidades porque las familias son de escasos recursos económicos.
“Si nos saliera más cómodo la utilizaríamos. Por necesidad vamos a buscar la leña”, expresó Claudia, al consultarle si echaría mano de la cocina ahorradora que propone la municipalidad.
Brito dijo que la crisis de café, en el 2008, se inició el tercer momento histórico del problema de deforestación en el municipio. En ese tiempo se comenzó a deforestar a un ritmo de 350 hectáreas por año.
“Considero que el bosque de cafetal va a la mitad en deforestación; es decir, se deforestó la mitad de lo que teníamos en cafetal, nos viene quedando cerca de 3,000 hectáreas. Tenemos bosque para 10 años, al ritmo que llevamos. Y la otra cuestión que sería bueno considerar es que en los últimos 20 años, en el municipio de Ahuachapán, se han autorizado 64 lotificaciones, eso abarca aproximadamente 500 hectáreas”, lamentó.
Una de las propuesta del coordinador de la Unidad Ambiental para contrarrestar la deforestación que ha experimentado el municipio es crear una reserva forestal de al menos 1,000 hectáreas donde se da la mayor recarga hídrica, ubicadas en las comunidades Llano de Doña María, Ashapuco, La Labor y Río Frío.