El mundo mágico de Disney no sería lo mismo sin la presencia del Pato Donald, personaje que por décadas ha provocado todo tipo de emociones en sus fans.
En la década de los años 30 nadie quería perderse ninguna “Silly Symphonies (Sinfonías tontas)”, la serie de cortometrajes animados producidos por Walt Disney Productions que llevaban alegría a chicos y grandes por el mundo.
Diversidad de personajes hacían de las suyas en estas producciones, pero el 9 de junio de 1934 una nueva figura apareció en la pantalla, un pato bailarín un poco sinvergüenza que llegó al corazón de toda la audiencia: el Pato Donald.
Pronto su imagen sería recurrente no solo en las historietas, sino también en diversas producciones audiovisuales. Después de varios cortos, finalmente obtuvo sus propios protagónicos; para inicios de los años 40 ya había aparecido en cerca de 50 animaciones y al fin de esta década superó en fama al mismísimo Mickey Mouse.
No hay duda de que ser el estelar de una serie de cortos antinazis lo catapultó hacia la fama internacional. Con “El rostro del Führer” (1943) -que tenía una duración de ocho minutos- el pato logró el Óscar a Mejor cortometraje animado.
El camino recorrido durante 85 años le ha dado muchas satisfacciones al Pato Donald, quien actualmente es uno de los favoritos de los reyes del hogar en sus nuevas versiones animadas.