La nueva ministra de Vivienda, Michelle Sol, dijo este martes que una empresa extranjera invertirá poco más de $25 millones en un proyecto habitacional en la región oriental del país.
Según la funcionaria, que aseguró que esperará a dar el anuncio oficial esta misma semana, la inversión tendrá lugar en el departamento de Usulután y serán unas 800 unidades habitacionales pensadas para que las compren clientes de clase media.
“Es posible que ya pronto, esta semana, podamos darles una noticia de una empresa internacional que quiere venir a invertir en 800 casas en Usulután. Pero quiero darle las noticias. Son 25 millones de dólares, y el sector que se vería beneficiado es el de la clase media”, indicó Sol antes de participar en un evento sobre el desarrollo sostenible en El Salvador.
El recién creado Ministerio de Vivienda, dijo la representante, tendrá una filosofía de trabajo clara: “crear oferta habitacional para la familia”.
Indicó, además, que tiene planeado reunirse con el alcalde de San Salvador, por ejemplo, para identificar si en la zona central existen terrenos que puedan servir para comunidades de escasos recursos y desarrollar estos proyectos donde la empresa privada quiera invertir.
La carencia de lugares dignos dónde vivir es uno de los mayores desafíos de las autoridades salvadoreñas en materia de vivienda.
Las estimaciones de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco) apuntan a que hacen falta alrededor de 250,000 unidades habitacionales para suplir la demanda en el país y si se suman condiciones para que todas sean viviendas de calidad, el déficit supera el millón de unidades.
Vivienda insiste en que hasta ahora ha crecido solo la oferta de casas y apartamentos para clientes con alto poder adquisitivo y que las oportunidades para los de clase media y baja son limitadas.
El sector privado señala por su parte que construir resulta caro, sobre todo en las zonas urbanas, dado el alto costo de la tierra y el tiempo que toma obtener los permisos necesarios. Se estima que un proyecto puede tardar dos o tres años desde que se comienza a gestar hasta que se inicia o termina de construir.
La Casalco ha dicho en reiteradas ocasiones que se necesitan incentivos para edificar viviendas de interés social, de manera que al ser construidas sea seguro que haya quien las compre. En ese sentido, la gremial prevé lanzar una Ley de Inclusión Habitacional que, entre otras cosas, propondrá una especie de subsidio para los salvadoreños.