“Mi obsesión era lograr que El Salvador ganara el Campeonato Mundial de Café”

Federico Bolaños es el entrenador de barismo que le cambió la historia a El Salvador llevándolo a ser el primer país productor que ganó un mundial de café.

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Foto EDH/ Cortesía

Por Jessica Guzman

2019-06-03 6:16:34

A Federico Bolaños, salvadoreño e instructor de barismo de talla mundial, no le gustaba el café. Sentía que no era agradable a su paladar, hasta que una vez probó un café que tenía un sabor “achocolotado, rico” y se dio cuenta que no era la bebida, sino la preparación la que estaba mal.

“Me pregunté ¿cómo en un país productor de café no se toma buen café? y comencé a investigar y me di cuenta que había un Campeonato Mundial de Café y que ni El Salvador ni ningún otro país productor había sido ganador”, recuerda.

Desde ese día en Federico creció una obsesión: ganar un campeonato mundial de café, con lo cual comenzó a investigar y autoprofesionalizarse en todo lo que tuviera que ver con el grano de oro y así formar y especializar a baristas. Este aprendizaje duró dos años y comenzó a entrenar.

“Me pareció fascinante y sorprendente que hubiera una competencia para reconocer a quién hacía el mejor café y me di cuenta que eso me iba a apasionar para el resto de mis días, a pesar que en El Salvador no existía nada de esto”, comenta el amante del buen café.

Hasta entonces las competencias mundiales solo las ganaban Inglaterra, Australia, y otros europeos. Federico no aceptaba que los países productores de Latinoamérica como El Salvador, Colombia, Brasil nunca hubiesen sido campeones mundiales. “Se me hizo una obsesión lograr que un país de origen, un país productor, ganara”.

En 2007 Federico se inscribió para ser juez del Campeonato Nacional de Estados Unidos lo que le sirvió mucho en su conocimiento.

En 2008 se anunció en El Salvador la primera competencia nacional de barismo. Federico se estrenó como instructor y su empresa obtuvo 1o. y 2o. lugar. Él también compitió y quedó en 4o. lugar por lo que determinó que era mucho mejor entrenando que compitiendo.

Ese mismo año, la campeona nacional de barismo, Lily Pacas, esposa de Federico, compitió en el mundial de Copenhague, Dinamarca y quedó en el lugar 23, de más de 50 competidores al rededor del mundo.

“Esto solo alimentó mi pasión por llegar a ser el mejor del mundo y en el 2009 logramos el noveno lugar del mundo, con la barista Flor Góchez”, señaló.

Federico, quien ya tenía una empresa de café bajo la filosofía de servir café de excelencia siguió entrenando a sus baristas.

Campeón del mundo

En 2011 El Salvador ganó por primera vez en la historia el Campeonato Mundial de Barismo, (WCB, por sus siglas en inglés) en Bogotá, Colombia y con ello no solo se colocó arriba de países tradicionalmente ganadores como España, Estados Unidos o Japón, sino que se ubicó como el primer país productor de café en ser el mejor del mundo en barismo. Ese título fue ganado por el barista salvadoreño Alejandro Méndez, con un borbón de la Finca La Ilusión, del productor Ernesto Menéndez.

Ese resultado despertó el interés de muchos países por el café de El Salvador y por el entrenador y en 2013 comenzó a entrenar baristas de otros países haciéndolos quedar campeones nacionales de Rusia, Colombia, Costa Rica, Corea del Sur, Francia y segundo lugar de Australia.

Este año, en abril, Federico consiguió su segundo Campeonato Mundial con la barista de Corea del Sur, Joo Yeon, el evento se realizó en Boston, Estados Unidos.

Con Yeon, Federico buscó un café con atributos extraordinarios y eligieron un sidra de Colombia de la finca La Palma y El Tucán.

Actualmente el entrenador dirige su empresa Alquimia Coffee Company, que es una tostaduría, laboratorio y academia de café.

Hoy Federico disfruta del buen café y para él, el mejor del mundo es el café salvadoreño. “El café de El Salvador es extraordinario, de clase mundial, pero aún no tiene la fama que merece”, concluyó.