Una vez juramentado, el nuevo presidente de la República, Nayib Bukele, inició su discurso impregnado de mucho simbolismo y con ausencia de anuncios oficiales concretos, al punto que al finalizar sus declaraciones hizo jurar a mano alzada a los asistentes al acto que “defenderán lo conquistado el 3 de febrero”.
Elogió la laboriosidad de los salvadoreños, de quienes dijo que horas después del fuerte temblor de hace unos días en la madrugada salió a las calles a trabajar como si nada; que cumplió su promesa de que los salvadoreños serían los invitados especiales a su toma de posesión al hacer el traspaso de mando en la Plaza Cívica.
Estos son los momentos curiosos que seguramente nadie notó durante la transmisión de la ceremonia de traspaso de mando.
“El Salvador como lo conocemos es un país que ha sufrido mucho, es un país que nos ha tocado reconstruir, ha enfrentado terremotos, ha enfrentado gobiernos corruptos, ha enfrentado tragedias y, sin embargo, hemos salido adelante, a pesar de todo eso estamos aquí”, sostuvo.
Reconoció que algunos dirán que cómo hará posible lo que gobiernos anteriores han prometido y no cumplieron, de que habría “prosperidad” de que combatirían la “inseguridad”, de que tendrían “vivienda digna, agua potable, hospitales con medicinas ¿cuántas veces hemos escuchado eso antes y siempre ha sido una mentira, siempre han sido promesas rotas”, explicó Bukele.
La diferencia, dijo, es que esta vez el cambio no vendrá del presidente de la República, ni de un político, sino de “cada uno de nosotros”, haciendo lo “que nos corresponde”, acotó.
En su discurso en el que también se refirió a la pos guerra y el bipartidismo, Bukele saltó algunos puntos del protocolo. Dio inicio sin saludar a los representantes del palacio legislativo, diplomáticos e invitados especiales.
Otro punto que marcó su primera intervención como presidente de la República fue unos minutos para usar el lenguaje de señas para dirigir su mensaje a los salvadoreños.
Foto EDH/ Cortesía
1. Al iniciar su discurso el presidente de la república no saludó a diputados ni a los invitados
El presidente Bukele arrancó su discurso oficial ignorando el protocolo de saludar a diputados de la Asamblea, invitados especiales y representantes de gobernantes de países amigos. Dijo que estaba allí en la plaza para celebrar con “el pueblo”.