Con un discurso menos conflictivo que los previos a su toma de posesión, el presidente de la República, Nayib Bukele, tomó posesión de su cargo este 1°de junio juramentado por el presidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano, de ARENA, en el emblemático Palacio Nacional, frente a la Plaza Gerardo Barrios.
Bukele no hizo anuncios oficiales específicos de obras o proyectos que serán ejecutados en su administración presidencial; sin embargo, dejó entrever que tomarán medidas que “dolerán” pero que todo será para beneficio del pueblo salvadoreño.
Los primeros 15 minutos del discurso estuvieron dedicados a sentar algunas bases retóricas y simbólicas de su Presidencia (fin de la posguerra, desmarcarse de la política del pasado).
“Nuestro país es como un niño enfermo, nos toca ahora a todos cuidarnos, tomar un poco de medicina amarga, sufrir todos, tener un poco de dolor y sacar adelante a nuestro niño que es nuestro país El Salvador. Sí habrán momentos difíciles, pero espero que me acompañen a tomar esas decisiones con valentía”, aclaró Bukele ante un público que lo ovacionaba sin cesar.
Tras tomar esas decisiones que requerirán del compromiso de la población, según dijo, los ciudadanos se darán cuenta de que valió la pena. “Luego, cuando veamos hacia atrás, veremos que todo valió la pena, porque al final El Salvador salió adelante y saber que hicimos lo correcto y que arreglamos El Salvador”, manifestó Bukele.
Momento en que el Presidente de la @AsambleaSV, Norman Quijano toma protesta al presidente electo @nayibbukele y le impone la banda presidencial.
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El presidente también se refirió a otros temas que El Salvador deberá dejar atrás, como la “pos guerra, el bipartidismo y la impunidad”.
Afirmó que en su gabinete ha escogido a los mejores hombres y mujeres, y que será por primera vez un Gabinete con paridad de género, a quienes les dio como primera orden “sacar adelante al país” y que ese objetivo también será su última orden al final de su mandato de cinco años, les ordenó.