La Fiscalía solicitó 10 años de cárcel contra Jesús Anabel Flores Batres, por el delito de lavado de dinero, ya que ella y su grupo familiar originarios de Morazán habrían movilizado $18 millones en diferentes entidades bancarias de El Salvador, sin que justificaran su procedencia.
El Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador finalizó ayer el juicio contra la imputada, de quien, según la investigación, lavó al menos 220,000 dólares por medio de transacciones financieras que recibía desde Estados Unidos y Perú.
Anabel cuenta con medidas alternas a la detención, otorgadas luego de una audiencia especial realizada el 28 de febrero de 2018, por padecer de una enfermedad y se sujetó al pago de una fianza económica de 100,000 dólares.
Los demás acusados en el caso: Jaime Alberto, Sandra Yasmín, Elías Geovanny, todos de apellido Flores Batres; Rosa Batres viuda de Flores, María Verónica Rodríguez de Flores, María Brígida Márquez, Rosa Delmy Amaya Márquez y Sonia Maricel Amaya Márquez, se encontraban prófugos de la justicia hasta diciembre del año pasado pero se presentaron al Juzgado de Instrucción argumentando que se sentían amenazados en su integridad personal y por tal razón no habían asistido a los citatorios ya que además estaban fuera del país.
El juez dio por justificada la incomparecencia por lo que les otorgó medidas alternas a la detención para seguir su proceso penal.
Las investigaciones iniciaron luego que a Jaime Flores, hermano de la acusada y Sonia Amaya, se les encontrara $196,000 en efectivo el 5 de junio de 2012 cuando iban abordar un vuelo hacia Perú.
Tras ser detenido se hicieron pesquisas en las que se determinó que Jaime Flores tenía ocho cuentas bancarias a nombre de sus familiares donde habría movilizado unos 18 millones de dólares.