La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) reconocerá este año con su Premio Benefactor a la Fundación Experiencial Pablo Tesak, por su arduo trabajo durante diez años a favor de la educación.
Para doña Ildiko de Tesak, presidenta y fundadora de la organización, afirma que el reconocimiento es una sorpresa, ya que su objetivo no es el mérito sino hacer algo por cada niño, cada adulto, que puede vivir la experiencia de aprender algo importante para su vida, dentro de la Fundación.
“Me sorprendió muchísimo, me siento muy bien, porque viene de gente de la vida real que lucha, que tienen que producir para la sociedad, para quienes trabajan, para ellos mismos, es una sorpresa”, dijo brevemente respecto al reconocimiento.

Sin embargo se extendió con energía y pasión por el trabajo que realiza dentro de la Fundación y que junto a su esposo, el fallecido Pablo Tesak idearon hace más de 10 años.
La iniciativa surgió de doña Ildiko de hacer algo para los empleados de Diana, la empresa de boquitas, fundada por don Pablo Tesak.
El proyecto empezó como Fundación Pablo Tesak. “Lamentablemente las actividades se comenzaron a realizar ya cuando Pablo no estaba”, menciona la fundadora.
“Con la Fundación Pablo Tesak yo quería algo para los trabajadores de Diana, porque yo creo que cada ser humano, para ser feliz, tiene que tener una experiencia con música, teatro, pero un teatro verdadero, no un teatro clásico, sino un teatro que refleja la realidad y ayuda a la persona a tomar decisiones o formar opiniones”, expresa.
Así comenzó la Fundación, desarrollando toda una serie de actividades con la misión de levantar el autoestima de los niños, la creatividad y la coexistencia con la naturaleza.

Pero en 2010, tuvo una evolución y cambió a Fundación Experiencial Pablo Tesak, ya que el concepto se basó en el proyecto antropológico de Paul Ricoeur y filosofía educativa de John Dewey.
Esa filosofía se fundamenta en los principios de conciencia de sí mismo de los demás, de trabajo en equipo, y de la cultura que es una red de significación de valores que conecta a los seres humanos, explica doña Ildiko.
“Esa educación no tradicional que desarrolló Dewey es enfocada para levantar el autoestima, y en cada actividad utilizamos arte, literatura y música, no pretendemos que todos los niños sean artistas o sean pintores, es simplemente utilizamos esa metodología para que ellos aprendan a desarrollarse mejor”, expresa la fundadora de la Fundación.

Valores y beneficiarios
La Fundación no solo trabaja la educación por medio del arte, sino que también integra una serie de valores como el respeto, la inclusión, la creatividad, no al bullying, no a la discriminación y lo hace desde el teatro, desde el crear y hacer instrumentos, hacer música, dibujar.
“La Escuela de Creatividad es un programa de tres años, en dónde están los niños de 14 a 18 años. Son 30 clases en 3 años, y lo importante es que podemos cambiar la mentalidad, podemos enfocar, darle esperanza y que vea que depende de él (del niño o adolescente), que él puede estudiar, que él puede todo”, señala.
A la fecha, la Fundación ha beneficiado a más de 240,000 personas y genera 50 empleos directos.
Actualmente la Fundación trabaja con 25 escuelas de los municipios de Ciudad Delgado, Apopa, San Salvador, Ilopango y Cuscatancingo.
También se trabaja con capacitaciones para maestros de los municipios de Chalatenango, Opico, San Vicente. Son en total 121 educadores que reciben esta enseñanza para transmitirla en sus centros de estudio.
Un eje importante en la Fundación tal como lo mencionó al inicio doña Ildiko es el teatro ya que “con esas obras siempre estamos fortaleciendo valores universales: solidaridad, amor, limpieza”, expresa con entusiasmo.
Cada espacio físico de la Fundación es una obra de arte y todo lo que hay en ella es un mundo de aprendizaje que cada vez cobra más fuerza gracias a la entrega hacia un mundo mejor que sus fundadores, dirigentes y colaboradores ponen en ella.
Experiencias que transforman
El Centro Cultural Pablo Tesak trabaja bajo el concepto de crear ¨experiencias que transforman¨, a través de sus cuatro grandes programas: el Centro Salvadoreño para la Promoción de la Educación Experiencial con su Laboratorio de Creatividad; el Centro de Interpretación que genera experiencias de aprendizaje con el propósito sensibilizar sobre la importancia de la conservación y valoración del legado de nuestros antepasados mayas; el Teatro Yulkuikat, “Canto del Corazón” , es un espacio de expresión donde convergen formas artísticas como la danza, música, títeres, malabares y obras, y el Parque Eco Ventura.