Los zapatos y la billetera de Jorge Cisneros fue lo único que se encontró en el interior del camión.
Foto EDH/ cortesía
“A mí me rompe el corazón ver a mis padres llorar por no saber nada de Jorge…Queremos encontrar aunque sea el cadáver para enterrarlo”, expresa con voz cortada y con la vista al cielo un pariente de Jorge.
Víctimas no fueron amenazadas
Los allegados de las víctimas aseguran que nunca les contaron que los hubieran amenazado, pese a que visitaban zonas asediadas por maras. Las veces en que eran interceptados por delincuentes solo les pedían que se identificaran y les preguntaban qué andaban haciendo.
Empleados de la empresa cuentan que esta es la primera vez que enfrentan un problema de este tipo. El único incidente que tuvieron fue la semana pasada. El jueves, los trabajadores llegaron a la residencial de Santa Tecla para hacer unos trabajos. Hubo necesidad de salir a botar tierra en un camión y lo hicieron en un vivero cercano.
Fuentes cercanas a la investigación señalan que el propietario del establecimiento los autorizó, pero su esposa se molestó por ello.
Al día siguiente, los obreros regresaron a descargar la tierra y la pareja discutió otra vez. El dueño del terreno se impuso y dio permiso a los obreros. Ellos retornaron a la residencial y antes del mediodía salieron con el mismo objetivo. Dijeron que volverían, pero no fue así.
Las alarmas se encendieron entre sus parientes a las 9:00 p.m. del viernes, porque no llegaron a casa ni respondían las llamadas. Por eso acudieron a distintos puestos de la Policía para reportarlos como desaparecidos. Así se enteraron de que el camión estaba abandonado en una zona desolada de El Boquerón.
Al amanecer, compañeros y familiares llegaron al lugar. Dentro de la cabina del vehículo estaba una billetera y un par de zapatos. Eran de Jorge. Sobre el timón y la palanca habían dos camisetas sucias con logos de la empresa. Esas son la únicas pistas que, por ahora, se tienen de las víctimas.