Conoce las especies de tortugas que habitan en El Salvador
El 23 de mayo se celebra el Día Mundial de la Tortuga, un evento que se lleva a cabo con el pretexto de conocer más sobre este quelonio que habita en el planeta desde hace 200 millones de años. Existen una 300 especie de tortugas en todo el mundo. De ellas nueve han sido confirmadas para El Salvador.
Tortuga orejas amarillas, tortuga nicaragüense o tortuga de Moll,(Trachemys emolli). Fue descubierta por científicos estadounidenses como una especie que existe en El Salvador apenas en 2009. Se registró su presencia en un pantano cerca del río El Encantado en Intipucá, La Unión. Foto: http://amigosdelastortus.blogspot.com/
Parte posterior del caparazón de una tortuga orejas amarillas. (Trachemys emoli). Según Salvanatura la presencia de esta especie en El Salvador se explica como resultado del tráfico ilegal de especies desde Nicaragua. Foto: Bananekiwi
Las Trachemys emoli se han convertido en plagas invasoras en varios países. Esta imagen de muestra a un ejemplar capturado en Valencia, España. Llegaron a Europa como mascotas y se han adaptado a los hábitats naturales donde se vuelven una competencia para otras especies nativas. Foto: Antonio Pradillo Carrazco
Otra especie del género Trachemys que habita nuestro país es la tortuga orejas rojas, tortuga pintada o jicotea (Trachemys scripta). Es nativa de América y su hábitat son las ciénagas de agua dulce. Es conocida por ser una de las tortugas más populares para peceras por tener un aspecto tierno de pequeñas pero adultas pueden superar los 30 cm. También se ha convertido en plaga en otros continentes.
La tortuga verde o de líneas amarillas o jicotea (Trachemys venusta) está peligro de extinción. Es una tortuga semiacuática que llega a crecer hasta 48 cm de longitud y pesa hasta 11 libras. Alcanza hasta 48 cm de longitud recta del caparazón y pesa hasta 5 kg. La cabeza tiene una banda ancha amarilla a cada lado de los ojos. La mayor amenaza de estas tortugas es la desaparición de los pantanos en nuestro país por la expansión de la agricultura.
La hicotea, jocotea de Tehuantepec (Trachemys grayi) es una especie de tortuga acuática de ríos, lagos y estanques. Es nativa de México, Guatemala y El Salvador. Foto: Ted Henderson
La tortuga de bosque, sabanera o pintada (Rhinoclemmys pulcherrima) es una de las tortugas terrestres más comunes de nuestro país. Es la que con más frecuencia es utilizada de mascota en los jardines y patios salvadoreños. Biosphoto / Nicolas Cégalerba
Fotografía de MARN de julio de 2016 donde se muestran las condiciones en que estaban 217 tortugas de bosque (Rhinoclemmys pulcherrima) en una vivienda en San Jerónimo, Metapán. Fueron extraídas del Área Natural Protegida San Diego y La Barra. Las vendían al mercado negro a un dólar cada una. Foto MARN
La tortuga de manglar, tortuga chamarro o cabezona (Staurotypus salvinii) es una especie amenaza por la extinción. Es una tortuga semiacuática, y carnívora. Es originaria de la costa del pacífico de América Central, Costa del Pacífico: El Salvador, Guatemala y México posiblemente Belice. Habita en cursos lentos, de poca profundidad, con fondos blandos. Foto: Jo Jeynes
Fotografía de octubre 2017 tomada durante un allanamiento en El Rosario, La Paz, donde un hombre mantenía en cautiverio más de 2,000 tortugas de distintas especies, entre ellas varias tortugas chamarro (Staurotypos salvinii) en malas condiciones. El propietario se dedicaba al tráfico ilegal de fauna silvestre.
Fotografía del mismo allanamiento en El Rosario de otras tortugas chamarro. Su caparazón tiene tres crestas longitudinales que los caracterizan. Estas tortugas llegan a crecer hasta 20 cm de longitud.
La tortuga candado o tortuga de caja (Kinosternon scorpioides) es otra de las especies más comunes en El Salvador. Es otra que a menudo se utiliza como mascota en los patios de las casas. Es una tortuga con amplia tolerancia ecológica, capaz de habitar en casi cualquier cuerpo de agua. Biosphoto / Nicolas Cégalerba
El nombre Kinosternon viene de las palabras griegas kineo, que quiere decir “para el movimiento”, y sternon que quiere decir “pecho”. Hace referencia a las bisagras transversales del plastrón que permiten su movimiento para cubrir la cabeza, cola y extremidades. El epíteto específico scorpioides quiere decir “como escorpión” y podría hacer referencia a su cola larga, prensil y con una espina en la punta (en machos. Foto bioweb.bio
En esta fotografía, de 2016 tomada durante un decomiso de tortugas destinadas a la venta en el mercado negro en Metapán, se ven varias tortugas de bosque y entre ellas, de espaldas, una tortuga candado. Las tortugas no son buenas mascotas ya que tienen varias especies de parásitos que puede afectar también a los humanos. Foto: MARN
La tortuga prieta (Chelonia agassuzii) es una de las cuatro tortugas marinas que anidan en las costas de El Salvador. Foto AFP
La tortuga prieta llega a pesar casi 280 libras y se alimenta casi exclusivamente de algas.
La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) es una especie en grave peligro de extinción. Según estudios científicos, el 50% de las tortugas carey que anidan en las costas del Pacífico, lo hacen en El Salvador. Es por eso que nuestro país tiene un papel importante en la conservación de esta especie.
Varias tortugas carey con un GPS fueron liberadas por científicos de la organización ICAPO. En la foto de 2012 se celebró el Festival de La Tortuga Carey en el caserío La Pirraya en Usulután. Foto: archivo
La tortuga olivácea o golfina (Lepidochelys olivacea) es la más pequeña de las tortugas marinas. Es también la más común en las costas de El Salvador. Mide aproximadamente de 60 a 70 cm. Los adultos presentan un color verde olivo. El caparazón tiene forma de corazón.
Una tortuga golfina puede depositar hasta 100 huevos en su nido. Son omnívoras, alimentándose de cangrejos, camarones, langostas de roca, la vegetación., marina, algas, caracoles, peces y pequeños invertebrados.
La tortuga baule, baula o laúd (Dermochelys coriácea) es la tortuga más grande del mundo. Mide hasta 2,3 metros y pesa 1,320 libras. Las tortugas laúd subsisten gracias a una dieta de medusas. Debido a la naturaleza transparente de sus presas, las tortugas laúd a menudo se asfixian comiendo trozos de plástico a la deriva. Se han encontrado ejemplares muertos con bolsas de plástico, piezas de plástico duro e hilo de pescar en el estómago.
