Decenas de turistas llegaron por la tarde en sus vehículos con las tablas de surf para disfrutar de las olas a pesar del peligro por las fuertes corrientes del mar “Cuando llegan oportunidades como estás hay que aprovechar, a nosotros nos gusta el deporte y peligro siempre existe, pero vale la pena”, afirmó Henry Fermán, surfista local.
Los aficionados y profesionales de este deporte estuvieron pendientes de las horas de mayor oleaje y disfrutaron las olas de más de dos metros de altura.
Otros decidieron hacer fotografías o simplemente admirar las fuerzas de la naturaleza desde un lugar más cómodo y seguro en Punta Roca.

La amenaza de lluvia no fue impedimento para que decenas de surfistas realizaran sus mejores maniobras en cada una de las olas.
Las fuertes corrientes en las playas del litoral parecían animar a varios de ellos que pensaban más de dos veces si meterse al océano o simplemente ser espectadores.
La venta de bebidas refrescantes y algunos bocadillos hicieron de la suyas, la venta se incrementó debido al fuerte oleaje.
Durante la tarde no hubo ningún tipo de incidente que lamentar, al contrario los ganadores fueron los surfistas que disfrutaron al máximo de esta experiencia que ocurre pocas veces en El Salvador.
