Día Mundial de la Diversidad Cultural: la huella de la afrodescendencia en El Salvador
Los africanos estuvieron presentes en el actual territorio salvadoreño desde la conquista. Su representación más temprana se encuentra en el El Lienzo de Quauhquechollan en el que los quauhquecholtecas, aliados de Cortés, graficaron su visión de la conquista española, según explica la Academia Salvadoreña de la Historia a través de su cuenta de Twitter. Aunque la afrodescendencia se ha negado en el país, las personas que se sienten identificadas con este origen luchan por su reconocimiento.
Jorge Mezquita, originario de Santa Ana, junto a una tía investigó sobre sus antepasados y descubrió que su abuela provenía de una comunidad de cimarrones del volcán Ilamatepec. Foto/ Menly cortez
Teresa de Jesús Martínez se dedica a la venta hierbas y vegetales en el mercado municipal de San Alejo. Foto/ Menly Cortez
Juliette Ursula es una salvadoreña de 20 años, su madre es de nacionalidad salvadoreña y su papá es originario de Curacao. Foto/ Menly Cortez
Wendy Morales es integrante de la Asociación Azul que trabaja en la prevención de violencia y contra la estigmatización de los jóvenes, su familia proviene de los asentamientos afrodescendientes de Usulután. Foto/ Menly Cortez
Gustavo Martínez asegura que parte de su familia proviene de asentamientos de Usulután, desde joven ha pertenecido a grupos de batucada. Foto/ Menly Cortez
Salvador Yanez de 45 años, oriundo de Yucuaiquín baila desde pequeño en la danza de los negritos, un baile del que no hay datos históricos que afirmen sobre si procede de afrodescendiente pero que tiene características de ésta. Foto/ Menly Cortez
Marielba Herrera, antropóloga graduada de la Universidad Tecnológica, ha realizado distintos estudios sobre la afrodescendencia en El Salvador. Foto/ Menly Cortez
Nori Milagro Vilanova residente del barrio El Calvario de San Alejo, asegura que sus antepasados fueron más morenos que ella y que le inculcaron la fe hacia el Señor de los Milagros. Foto/ Menly Cortez
Luis Enrique García a sus 24 años, recién está aprendiendo sobre sus orígenes, en San José Villanueva, “es importante conocer nuestras raíces ancestrales y sentirse orgulloso de ellas”. Foto/ Menly Cortez
