Saraí, un ejemplo de superación entre la venta de papas fritas y las leyes
La vida de Saraí Jule no ha sido fácil. Siendo la menor de sus hermanos y aprendiendo a trabajar desde temprana edad ha ido forjando poco a poco su sueño de prepararse académicamente. Hoy, desde su puesto de venta de papas fritas en la Calle Arce del centro de San Salvador, sigue demostrando que con trabajo honrado puede cumplir su sueño de ser abogada y ayudar a los más necesitados.
Saraí Jule es para muchos una joven ejemplar. Con la ganancia de su venta de papas fritas paga sus estudios. Su sueño es ser abogada de la República. Foto EDH/Marcela Moreno
La jornada de Saraí empieza con la ardua labor de pelar las papas que, a primeras horas del día, va a comprar al mercado. Foto EDH/Marcela Moreno
Cuando va a sus clases a la universidad Saraí utiliza su moto, que es parte del los frutos del esfuerzo diario con el que trabaja.
Foto EDH/Marcela Moreno
La motivación principal de Saraí para superarse es honrar a su madre, que aunque ya no esté viva, ella siente que la acompaña y la respalda. Foto EDH/Marcela Moreno
Desde tempranas horas Saraí comienza con la venta de las papas fritas. Lo precios varían según el tamaño y la cantidad de papas que sirve. Foto EDH/Marcela Moreno
A sus 27 años Saraí ha demostrado ser muy aplicada en sus estudios de Derecho, según comentaron sus catedráticos. Foto EDH/Marcela Moreno
La estudiante cuenta que la carga académica le obliga a hacer sus tareas hasta entrada la noche. Foto EDH/Marcela Moreno