Economía circular

La nueva gran riqueza está en aquellas empresas que comprendan e implementes esquemas de economía circular. La función de reciclar es urgente en nuestra economía

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Albert Camus (1913-1960). / Foto Por EDH-AFP

Por Rodrigo Samayoa Valiente

2019-05-19 4:04:41

En el medio biológico todo funciona en ciclos. La fotosíntesis es un proceso circular que produce alimento, el ciclo de Krebs es el un proceso circular que produce energía; también los procesos macroscópicos en su forma natural son ciclos, por ejemplo el del agua o las funciones ecosistemitas dentro de un bosque. Todo es un ciclo, no existe un principio ni un fin. La única fuente externa que hay en la naturaleza es el sol, luego todos los nutrientes y elementos son finitos, solo se transforman. La cadena trófica de un ecosistema tiene productores (plantas), aquellos que reciben la energía externa (sol) y los nutrientes del sustrato, las transforman en alimento (para ellos mismos). Luego están los consumidores primarios (herbívoros) que son aquellos que se alimentan de productores. Luego están los consumidores secundarios (carnívoros) que se alimentas en consumidores primarios. Y por último, para cerrar el ciclo, los descomponedores. Estos seres maravillosos que transforman tanto a productores y consumidores en nutrientes nuevamente. Así se cierra el ciclo.

La economía funciona de una manera similar. Existe extracción de material prima, luego transformación y empaque, transporte y distribución, uso y luego fin de su vida. A diferencia de los ciclos naturales, esto es lineal y, por tanto, genera dos puntos críticos. Estos puntos críticos son los que tienen a la humanidad en crisis. Por una parte, la extracción de materia prima es finita y se han hecho grandes esfuerzos para mejor en este extremo.

La humanidad ha mejorado sus técnicas de producción agrícola y de extracción mineral. Pero todavía nos queda un largo camino que recorrer, los recursos de la tierra son finitos y la capacidad de innovación también lo es. En algún momento en esta carrera nos tropezaremos de una manera que va más allá de nuestra comprensión, agotaremos nuestros recursos, acabaremos con nuestra biodiversidad y, por ende, terminaremos con las condiciones actuales de vida.

Por el otro extremo, tenemos la otra crisis, el fin de vida de los productos. Esto nos sigue ocasionando grandes problemas ambientales: la crisis de nuestros océanos, la incapacidad nuestra de regular nuestro consumo y el aumento desmedido de las áreas dedicadas a los desechos. Más aun, materiales que podrían tener muchas vidas solo tienen uno y se acumulan y ocasionan mayores impactos.

La economía circular busca atacar ambos extremos del problema, la función de los descomponedores. Como hacemos para que estos “desechos” sean otra vez materias prima. Esto parte de entender mejor la maravilla de funciones que tienen las bacterias, los hongos y tantos otros seres vivos que ayudan a que la naturaleza no agote sus recursos. La función de reciclar es urgente en nuestra economía; mientras más cobre reciclemos, menos cobre necesitaremos extraer. Es lógico y tiene sentido económico cerrar el círculo.

Implementar la economía circular es la nueva gran frontera de oportunidades, la nueva gran riqueza está en aquellas empresas que comprendan e implementes esquemas de economía circular. La verdadera sostenibilidad está en romper la dependencia a lo materia prima exógena y la creación de modelos donde se pueda producir nuestra propia energía y materia prima. Viva la revolución circular.

Consultor en sostenibilidad empresarial