El cadáver de Ariana Funes Díaz, una adolescente salvadoreña de 14 años, desaparecida en Maryland, Estados Unidos, fue encontrado en un arroyo en Riverdale, siempre Maryland. Las autoridades aseguran que la menor fue golpeada con un bate de béisbol y atacada con un machete por adolescentes relacionados con la pandilla MS-13.
La policía del condado Prince Georges explicó a la prensa el que los adolescentes temían que Funes Díaz alertara a las autoridades sobre un crimen que ellos cometieron juntos en abril. La policía en Washington detalló que se trató del secuestro un pandillero quien cerca de una estación del metro y llevado a una casa abandonada, donde le robaron sus pertenencias. Dos personas fueron arrestadas ya por ese crimen.
El cadáver de Funes Díaz fue descubierto el miércoles, aproximadamente un mes después de que se reportó la desaparición de la adolescente. La autopsia determinó que la muerte fue causada por golpes con un objeto contundente.
Por el asesinato de Funes Díaz permanecen arrestados y acusados como adultos : Josué Fuentes Ponce, de 16 y Joel Escobar, de 17, supuestos miembros de la MS-13. Además, las autoridades buscan a Cynthia Hernández Nucamendi, de 14 años, quien también estaría vinculada al crimen.
Llegó a EE.UU. huyendo de las pandillas
A medios locales, la madre de la adolescente asesinada comentó las razones por las cuales viajó la menor a ese país, también detalló algunos de los sueños que su hija buscaba cumplir.
“Yo vine a Estados Unidos a los 19 años huyendo de las pandillas para que no me mataran a mí ni a mi hija, pero toda la maldad hasta aquí me ha llegado sin estar involucrada en todo eso”, le dijo entre lágrimas Ámbar Díaz a Univision Noticias.
Además, Díaz dijo que Ariana era su única hija y que daba todo por ella. Por eso, hace tres años, cuando supo que las pandillas habían comenzado a amenazar a su hija en El Salvador, le pidió a los familiares que estaban a su cargo que la enviaran a Estados Unidos con ella.
“Yo la mandé a traer porque en El Salvador me la amenazaron. Ella vino de 11 años a este país. No más tuve la dicha de tenerla tres años conmigo”, lamenta la mujer al explicar que cuando ella se fue de su país la niña solo tenía dos años.
“Mi hija no era pandillera pero no conocía la clase de amiga que tenía”, afirmó Ámbar Díaz al referirse a Cynthia Hernandez Nucamendi, la joven con la que se fue Ariana la última vez que la vio con vida.
Ariana soñaba con regresar a El Salvador y convertirse en abogada de inmigración para ayudar a otras personas que, como ella, necesitaban asistencia legal. “Como hay muchas deportaciones ahorita y muchos padres sin hijos, ella quería ayudar”, afirmó Díaz.
El homicidio de Funes Díaz se produce apenas meses después que se encontró a un ex miembro de 16 años de la pandilla con un centenar de puñaladas causadas por otros pandilleros.
La policía de Prince Georges dijo en marzo que Jacson Chicas fue muerto a puñaladas en una casa en Maryland y arrojado al costado de un camino en Virginia, donde el cadáver fue quemado. Al menos cinco personas han sido arrestadas por su muerte, incluyendo un niño de 16 años que está acusado como adulto. El mayor Brian Reilly dijo entonces: estos eran sus amigos pandilleros que le atacaron.
La policía indicó que algo similar le ocurrió a Funes Díaz. “No se trata de dos pandillas peleándose entre sí, es una pandilla que atacó a un miembro”, dijo Reilly esta semana.