La familia de Notre Dame se enfrenta a su orfandad
Este miércoles 15 de mayo se cumple un mes del incendio de la catedral de París y sus guías están a la deriva. Mientras el cuerpo técnico termina la evaluación de daños, algunos temen que la reconstrucción no respete la identidad del templo.
Levantar cabeza tras el incendio de una casa es complicado para cualquiera, más aún cuando ese hogar es un edificio con 850 años de historia llamado Notre Dame. Por eso, los guías que han difundido su leyenda durante décadas intentan ahora decidir cómo seguir la transmisión con la catedral deformada.
Hoy se cumple un mes del fuego que devastó su cubierta, la familia de Notre Dame, como se conoce a quienes trabajan o son voluntarios en ella, sigue de duelo. Sus 67 empleados están en paro técnico mientras finaliza la evaluación de daños y se decide si la labor espiritual del edificio continúa en una carpa provisional en la plaza.
Pero el mayor grupo es el no retribuido, compuesto por un centenar de voluntarios de la asociación CASA (Comunidad de Acogida en Sitios Artísticos), responsable de la formación de guías en diversos monumentos religiosos de toda Francia y concretamente en Notre Dame.