El empresario Tomás Regalado Dueñas falleció esta mañana en San Salvador.
Hijo de don Tomás Regalado González y doña Marta Dueñas de Regalado, él era el mayor de cuatro hermanos.
Al iniciar la guerra y su familia ser golpeada por la violencia, en 1971, don Tomás debe ir a residir a California.
Sin embargo, siempre estaba pendiente de El Salvador y pronunciándose, sobre todo en el tema azucarero y dirigiendo el Ingenio Central Izalco, que es el más grande del país y del cual era propietario.

Cuando concluye la guerra, en 1992, don Tomás regresa al país. “Él quería volver… Sentía que sus raíces y su futuro estaban en El Salvador y por eso regresó”, reseña el doctor Armado Arias, quien era su abogado.
Vuelve a tomar la dirección de sus empresas y posteriormente asume la presidencia de la Compañía Azucarera Salvadoreña (CASSA), propietaria del Ingenio Central Izalco.


Se le recuerda como un hombre muy reservado, pero muy humano y respetuoso. “Tomás tiene un gran corazón. Cuando es amigo de alguien, es verdadero amigo”, destaca el doctor Arias.
Desde su empresa, promovió diversas actividades de beneficio empresarial y público.

Don Tomás era nieto del general Tomás Regalado, destacado expresidente de la República entre 1899 y 1903 y ferviente unionista centroamericano. Se le recuerda por procurar el desarrollo de la agricultura, crear el Consejo Superior de Salud Pública y concluir el Hospital Rosales, así como modernizar la Escuela Militar, fundar el primer banco estatal, los institutos nacionales de Oriente y Occidente y la Escuela Nacional de Agronomía.