Pasaquina es el octavo de la fiesta

Pasaquina, en un partido de sorpresas, consiguió el último boleto a cuartos. Se impuso a Audaz, en un partido de infarto, y enfrentará a Alianza, en la otra fase

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De izquierda a derecha, José Manuel Romero, Dixon Rivas y Jorge Umanzor, celebran la clasificación de Pasaquina a cuartos de final, en el partido ante Audaz en el Estadio Vicentino. / Foto Por EDH / Lissette Monterrosa

Por Varinia Escalante | Twitter: @VSkalanT

2019-05-06 4:00:02

SAN VICENTE. Lo logro. En un partido de alta tensión, con tres tiros de penalti, con un Audaz batallador que -en un momento- remontó y estaba clasificando, fue Pasaquina el que amarró el octavo lugar y el boleto final a cuartos. Venció a los coyoteros (2-3) y se unió a la fiesta de la segunda ronda, tras sumar 20 puntos, y jugará contra Alianza, el líder del torneo.

Sabían ambos equipos lo que jugaban. Pero no tuvieron una apertura total, desde los primeros minutos, de ir a buscar el partido. En cinco minutos, la propuesta era tibia, en dos cuadros con esquemas similares (4-4-2), pero con unos burros con una media más poblada y, por momentos, con solo un hombre en punta.

Las dos únicas aproximaciones con oportunidad a gol llegaron con tiros libres. Una estacionaria por equipo desperdicia, ya que la definición estaba muy lejana para ser real. Y, a penas, un tiro desviado a marco de los locales.

A medida el juego entró en calor, la dinámica apareció. Primero, fue el equipo froterizo el que creó una individual con Dilan Lloreda, quien con pelota controlada remató a puerta y, casi sobre el travesaño, la remató de puños el portero Héctor Carrillo (12′).

A la contra, dos minutos después, fue Heiner Caicedo, quien, en el cuerpo a cuerpo con un zaguero rival, dominó la banda izquierda, hizo la maniobra para resguardar la pelota, pero al momento de tirar a puerta la sacó a manos del portero Carrillo.

Sin embargo, para Pasaquina, la iniciativa era clara y la posesión de balón era suya. Tanto que tuvo un tercer acercamiento a marco rival y quebró el marcador. Tras un tiro libre desde la izquierda, apareció Lloreda para desviar el disparo y mandar una diagonal que besó la red (18′). Era el 0-1 y las ganas unionenses de meterse a cuartos.

Tras su anotación, Audaz no renunció al ataque, pero estaba cuesta arriba. Las varias faltas estaba permitiéndole a los coyoteros apuntar a marco, donde la más cercana la originó Christian Sánchez, con un libre que de puños rechazó William Torres.

Las oportunidades, en esa primera mitad, se siguieron mostrando para los de Apastepeque, pero en jugadas a balón parado. No estaban finos, pero apretaban en el toque final. Pasaquina aguantaba, se defendía bien, pero tenía que esperar algún contragolpe o una falta para volver a hacerse sentir en área contraria.

Pero Audaz empezó a desesperar, con ese gol en contra y con el tiempo avanzando, y la pierna fuerte y las discusiones empezaron a aparecer. Y las amonestaciones llegaron. El calor del juego ya era intenso y la clasificación se estaba escapando al equipo vicentino, que debía mantener la calma y reordenarse, para buscar la paridad. La tuvo cerca Caicedo, quien pateó potente a marco e hizo volar a Torres.

El DT de Audaz, Pablo Quiñones (camisa negra) lamenta la eliminación de Audaz de los cuartos de final, en el partido ante Pasaquina en el Estadio Vicentino. Foto EDH / Lissette Monterrosa

De tensión y milagro

A Audaz, le vino bien el descanso, ya que salió a buscar el partido. La llegada de Santos Guzmán permitió abrir el juego y adelantar filas, y el equipo se encimó con muchos balones filtrados a Caicedo.

Pasaquina, no obstante, no entró en impaciencia. Al contrario, se resguardó acertado y cuando la tuvo en alguna escapada intentó sorprender a Carrillo. Una de esas llegó con Jeison Quiñones, quien mandó disparo con dirección a gol a la cabaña local, que intervino acertado el guardameta.

La presión de Audaz siguió incesante. Y fue Eduardo Rodríguez el de turno, con un toque a marco elevado, que el jugador lamentó con los brazos sobre la cabeza (59′). Era parte de la tensión que estaba padeciendo Audaz. Se le estaba escapando el boleto y la ansiedad del último pase o el del toque final pasaron factura en grande, porque la contundencia no estaba disponible y la afición que acompañó estaba sufriendo. Hasta que una falta sobre Caicedo en el área terminó en tiro penal. Lo cobró Sánchez y consiguió la paridad a uno (66′).

Pero la felicidad se amplió para los locales, ya que cuatro minutos después se decretó otro penalti, por falta sobre Guzmán de Moreno. El encargado de convertir fue Rodríguez, quien a media altura puso el 2-1 (72′).

La remontada era real y también la clasificación. A Audaz, solo le bastó aguantar la parte final, con dientes apretados, ya que un nuevo error de Osorio sobre el juvenil José Romero, al que me cometió falta en el área, dio paso a otro penalti. Quiñones, con calma, lo definió y puso la paridad (2-2).

El resultado ayudaba a los locales, pero los burros pelearon hasta el final. Buscaron el milagro hasta el ultimo minuto. Y lo consiguieron. El del triunfo llegó del banquillo con Dixon Rivas, quien de primera y desde la derecha mandó remate abierto a la red, para el 2-3 de la victoria y el pase directo a cuartos. Sufrió en un momento, con un gol local que fue anulado, pero Pasaquina a la postre se convirtió así en el octavo invitado a la otra ronda.