SAN VICENTE. Lo logro. En un partido de alta tensión, con tres tiros de penalti, con un Audaz batallador que -en un momento- remontó y estaba clasificando, fue Pasaquina el que amarró el octavo lugar y el boleto final a cuartos. Venció a los coyoteros (2-3) y se unió a la fiesta de la segunda ronda, tras sumar 20 puntos, y jugará contra Alianza, el líder del torneo.
Sabían ambos equipos lo que jugaban. Pero no tuvieron una apertura total, desde los primeros minutos, de ir a buscar el partido. En cinco minutos, la propuesta era tibia, en dos cuadros con esquemas similares (4-4-2), pero con unos burros con una media más poblada y, por momentos, con solo un hombre en punta.
Las dos únicas aproximaciones con oportunidad a gol llegaron con tiros libres. Una estacionaria por equipo desperdicia, ya que la definición estaba muy lejana para ser real. Y, a penas, un tiro desviado a marco de los locales.
A medida el juego entró en calor, la dinámica apareció. Primero, fue el equipo froterizo el que creó una individual con Dilan Lloreda, quien con pelota controlada remató a puerta y, casi sobre el travesaño, la remató de puños el portero Héctor Carrillo (12′).
A la contra, dos minutos después, fue Heiner Caicedo, quien, en el cuerpo a cuerpo con un zaguero rival, dominó la banda izquierda, hizo la maniobra para resguardar la pelota, pero al momento de tirar a puerta la sacó a manos del portero Carrillo.
Sin embargo, para Pasaquina, la iniciativa era clara y la posesión de balón era suya. Tanto que tuvo un tercer acercamiento a marco rival y quebró el marcador. Tras un tiro libre desde la izquierda, apareció Lloreda para desviar el disparo y mandar una diagonal que besó la red (18′). Era el 0-1 y las ganas unionenses de meterse a cuartos.
Tras su anotación, Audaz no renunció al ataque, pero estaba cuesta arriba. Las varias faltas estaba permitiéndole a los coyoteros apuntar a marco, donde la más cercana la originó Christian Sánchez, con un libre que de puños rechazó William Torres.
Las oportunidades, en esa primera mitad, se siguieron mostrando para los de Apastepeque, pero en jugadas a balón parado. No estaban finos, pero apretaban en el toque final. Pasaquina aguantaba, se defendía bien, pero tenía que esperar algún contragolpe o una falta para volver a hacerse sentir en área contraria.
Pero Audaz empezó a desesperar, con ese gol en contra y con el tiempo avanzando, y la pierna fuerte y las discusiones empezaron a aparecer. Y las amonestaciones llegaron. El calor del juego ya era intenso y la clasificación se estaba escapando al equipo vicentino, que debía mantener la calma y reordenarse, para buscar la paridad. La tuvo cerca Caicedo, quien pateó potente a marco e hizo volar a Torres.