La era Heisei (paz) cerró ayer con la abdicación del emperador Akihito en Japón. Ahora, el país del sol naciente comienza un nuevo período llamado Reiwa (bella armonía) con el sucesor, Naruhito.
Akihito es desde hoy un emperador emérito. Él estuvo al frente de Heisei, considerada una de las épocas más pacíficas del país asiático, que inició en 1989 tras la muerte del emperador Hirohito.
Como parte de la ceremonia Taiirei Seiden no Gi, Akihito cedió ayer a su hijo los tesoros del Trono del Crisantemo: la legendaria espada Kusanagi, un espejo y una joya de jade llamada magatama, que simbolizan los valores que se presuponen en un emperador: valor, sabiduría y benevolencia.
Los actos ceremoniales continúan hoy con la toma del trono de Naruhito, en donde participarán los miembros de la Casa Imperial y funcionarios de los tres poderes del Estado.
Con la llegada de Naruhito se esperan cambios de modernización en una de las monarquías más antiguas del mundo.
De hecho, hoy la ministra Satsuki Katayama hará historia en Japón, al ser la primera mujer en participar en la ceremonia, ya que la Ley de la Casa Imperial prohíbe que las mujeres y los menores de edad sean parte del acto.
Y aunque hay mucho por abordar del Trono del Crisantemo, aquí te compartimos algunas claves para entender un poco sobre la historia y la cultura del pueblo japonés, gracias a datos brindados por la Embajada de Japón en El Salvador.
Un símbolo espiritual
Ante tragedias y crisis de la nación, el pueblo japonés se une bajo las palabras del Emperador, ya que es considerado símbolo de unidad. Justo este punto fue el que marcó el reinado de Akihito, quien estuvo muy cerca de la población.
Una de las anécdotas que recuerda la Embajada de Japón en El Salvador es el mensaje que Akihito dio el 16 de marzo de 2011, animó a la nación a continuar ante el terremoto que sacudió la región norte de Japón, y que causó más de 15,000 muertes.
A nivel internacional, muchos esperan que el actual emperador mantenga este acercamiento con la gente. La agencia EFE publicó en estos días que muchos apuestan a que Naruhito seguirá los pasos de su padre, pues quienes lo conocen lo describen como una persona con mucho interés en los problemas sociales y medioambientales, como el envejecimiento demográfico, la pobreza infantil o el cambio climático.
El surgir del emperador
El Nihonshoki, el segundo libro más antiguo sobre la historia del país del sol naciente, relata que el primer emperador Jinmu inició su reinado en Japón en el año 660 a.C. Se dice que Japón se ha mantenido gobernado por una sola línea de emperadores desde tiempos inmemoriales, aunque hay muchos debates.
Akihito fue el número 125 en ocupar el trono. Esta sucesión por abdicación será la primera en los últimos 200 años.
El emperador emérito
Akihito nació el 23 de diciembre de 1933, y fue nombrado emperador el 7 de enero de 1989 tras la muerte de su padre Hirohito, comenzando la era Heisei (paz) en la que procuró mantener la paz, y lo logró.
Akihito fue el primer emperador que subió al trono sin el halo divino históricamente característico de sus predecesores. El comienzo de su reinado se produjo en un momento de auge económico, marcado por el desarrollo tecnológico y la cultura pop nipona con sus tribus urbanas, su moda y la internacionalización del manga y el anime.
Aficionado al tenis, reputado experto en el estudio científico de los peces gobios, intérprete de violonchelo y autor de poemas waka, Akihito (de 85 años) manifestó su deseo de abdicar por su avanzada edad y salud delicada en un inusual mensaje televisado el 8 de agosto de 2016.
En sus 30 años en el Trono del Crisantemo, Akihito convivió con 17 primeros ministros y 25 gobiernos.
Papel del Emperador en el Japón actual
El Art.1 de la Constitución sostiene que el emperador es el símbolo del Estado y de la unidad del pueblo, derivando su posición de la voluntad de la población, en quien reside el poder soberano.
El régimen político de Japón es la democracia parlamentaria, en donde el emperador ejecuta los actos nacionales junto con los consejos del Gobierno como el nombramiento del primer ministro (jefe de poder ejecutivo), convocar la Dieta (representación del poder legislativo), nombrar a los jueces del Tribunal Supremo (poder judicial), promulgar las leyes, ratificar los acuerdos internacionales, entre otros.
El poder ejecutivo y el legislativo, los órganos que representan opiniones del pueblo japonés, no pueden funcionar sin los actos del Emperador, y los actos del Emperador deben ser aconsejados por el Gobierno dirigido por el primer ministro.
El nuevo emperador
Naruhito, de 59 años, es el emperador número 126 de Japón. Según EFE, su biografía diverge del guión prefijado para los príncipes herederos, por hechos como ser criado por su madre Michiko y no por el personal del Palacio Imperial o estudiar en el extranjero. Además, como su padre, decidió casarse con una plebeya, la princesa Masako.
Estudió historia y humanidades en la Universidad tokiota de Gakushuin, una elección “difícil” y “poco habitual” en la Familia Imperial, donde solo él y su tío, el príncipe Mikasa, eligieron esta rama de estudios, según el historiador y periodista Eiichi Miyashiro.
Además, cursó estudios post-universitarios en Oxford (Reino Unido) para investigar viaductos medievales, etapa descrita por él mismo como “una de las mejores de su vida”.
La nueva era
El nombre de la nueva era es Reiwa y proviene de un pasaje de Manyoshu, la colección más antigua de poesía japonesa. Y está formada por dos palabras, Rei que significa “bella” y Wa que significa “armonía”.
El pasado 1 de abril el gobierno japonés develó el nombre del nuevo periodo, y el primer ministro Shinzo Abe explicó que este nombre significa que “la cultura nace y se nutre cuando la gente armoniza sus corazones de manera hermosa”.