Maximiliano Hernández Martínez fue obligado a dejar la presidencia un día como hoy en 1944 El 9 de mayo de 1944 la Asamblea Nacional Legislativa aceptó mediante el decreto número 34 la renuncia del presidente Maximiliano Hernández Martínez tras una prolongada huelga de diferentes sectores y la presión de varios países.
Por elsalvador.com
2019-05-09 8:00:56
El general de brigada Maximiliano Hernández Martínez llegó al poder tras el golpe de Estado contra el ingeniero Arturo Araujo debido a la crisis económica en que estaba sumido el país.
Hernández Martínez nació en San Matías, departamento de La Libertad, el 29 de octubre de 1882 e ingresó al ejército salvadoreño el 15 de enero de 1899, después de haber logrado el grado de subteniente en Guatemala.
El general era un fanático del orden, de la austeridad, del deber y de la honestidad. Aprendió inglés por su propia cuenta, con libros y discos.
El militar no comía carne ni ingería bebidas espirituosas. Su dieta básica la constituían el maíz, los frijoles y las verduras.
La figura del general era un tanto contradictoria con los estereotipos de los militares tradicionales de entonces: mediano de estatura, delgado, caído de hombros, lector incansable, muy moreno de piel, ojos pequeños y rasgados.
Durante sus sucesivas gestiones presidenciales, Hernández Martínez realizó múltiples construcciones de carreteras y vías que conectaban el país.
Construyó el puente Cuscatlán sobre el río Lempa, el parque Cuscatlán. En la imagen (al centro de blanco) durante la inauguración del puente.
Como presidente de la República promulgó una nueva ley de inmigración, para frenar el ingreso de negros, chinos, “turcos” (árabes y palestinos), húngaros (gitanos o magyares) y sacerdotes extranjeros que pudieran poner en peligro la gobernabilidad del país con sus faenas y enseñanzas.
La caída de Maximiliano Hernández Martínez comenzó el domingo 2 de abril de 1944 con un alzamiento militar.
El levantamiento militar trajo consecuencias: un masivo fusilamiento de los alzados. La indignación hizo que los estudiantes universitarios iniciaran la huelga a partir del 28 de abril, para protestar contra el régimen dictatorial y obligarlo a acelerar su propia caída.
En forma gradual, en los primeros cinco días de mayo, otros sectores sociales y profesionales se fueron sumando a la gran manifestación. Así fue como se unieron los trabajadores de fábricas, ferrocarriles, autobuses, comercio y banca hasta culminar con la generalidad de empleados públicos y de centros hospitalarios para dar forma a la huelga de brazos caídos.
El domingo 7 de mayo de 1944, un policía nacional mató por la espalda al adolescente salvadoreño-estadounidense José Roberto Wright Alcaine cuando caminaba con un grupo de amigos. Las reuniones en grupo estaban prohibidas debido al estado de sitio decretado por Martínez para contrarrestar la huelga.
Ese gesto de brutalidad desató la indignación generalizada y la presión internacional encarnada por Walter Thurston, el primer embajador de los Estados Unidos de América en territorio salvadoreño.
A las 7:00 p.m. del 8 de mayo, el presidente y brigadier Hernández Martínez anunció por radio que renunciaba al mando y entregaba la Presidencia de la República.
El 9 de mayo de 1944, el Diario de Hoy anunciaba que el general Martínez había entregado la presidencia de la República.
La noticia de la caía de Hernández Martínez fue celebrada por todos aquellos que habían participado en el movimiento.
El 10 de mayo de 1944 se dieron a conocer los nuevos funcionarios que gobernarían el país.