Alcira Alonso, 58 años comprometida con el ballet clásico de El Salvador

Pasión, constancia y disciplina han sido claves en la exitosa trayectoria de la reconocida maestra argentina de ballet clásico radicada en El Salvador

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La maestra Alcira Alonso ha dedicado su vida a la promoción del ballet clásico en El Salvador. Foto EDH / Archivo

Por Osmín Monge

2019-04-28 8:29:19

Si hay alguien en El Salvador que merece muchísimo respeto y admiración por dedicar la mayor parte de su vida al desarrollo y formación artística de la danza clásica en el país, esa persona es, sin lugar a dudas, Alcira Alonso.

Nacida en Buenos Aires, Argentina, el 19 de octubre de 1927, Alonso llegó a tierras cuscatlecas hace 58 años, después de estudiar danza clásica en el Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico, danza española y folclor latinoamericano en su país natal, y tras desempeñarse como bailarina profesional, maestra y coreógrafa en varios países.

En esta fecha en la que se celebra el Día Mundial de la Danza, doña Alcira recuerda 1961, año en el que se radicó en El Salvador luego de habérsele otorgado una plaza de maestra en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

Alcira Alonso junto al maestro Esteban Servellón. Foto EDH / Cortesía

“Tras permanecer en Nicaragua durante algún tiempo, se me presentó la oportunidad de trabajar en El Salvador. Llegué como asistente secundaria del maestro ruso Sergio Unger, director de la Escuela de Ballet, de quien aprendí mucho”, manifiesta la artista de 91 años de edad.

Doña Alcira rememora aquella época en la que residió en un apartamento en las cercanías del Teatro Apolo, en el centro de San Salvador.

“Recuerdo que caminaba con tranquilidad por la ciudad y viajaba en la ruta 29. A veces caminaba hasta el mercado. En las noches, una alumna me llevaba de la Escuela hasta mi apartamento en su carro, pero antes pasábamos a comer a un ‘Drive in’”, detalla.

Años después, se desempeñó como directora del Ballet Universitario de la Universidad de El Salvador y luego creó el primer Ballet Estudio en la capital, lo hizo por sugerencia del escultor Enrique Salaverría, quien más tarde se convertiría en su esposo.

“Fue él quien me entusiasmó. Me dijo: ‘No te atengas al estado’”, expresa.

Asimismo, introdujo en el país y en toda Centroamérica el sistema de enseñanza de ballet clásico de la Royal Academic of Dance, con sede en Londres; fundó el Ballet Folclórico Nacional y la primera Escuela Municipal de Ballet de San Salvador.

Un sueño truncado
Durante su larga trayectoria, Alonso se ha caracterizado por su pasión, su disciplina, sus vastos conocimientos y por su exquisito gusto estético, el cual ha sido notorio en cada uno de sus espectaculares montajes.

Y son precisamente esas cualidades (entre otras tantas), las que ella exige a sus alumnos y profesores.

“Para ser un maestro de danza clásica se necesita, primero, una trabajo formal. Debe tener conocimientos complementarios: música, historia de la danza, mímica, pantomima… Es necesario conocer todo el repertorio que el género clásico implica, conocer los ballet y a bailarines famosos”, manifiesta.

Alonso al lado de varias alumnas. Foto EDH / Cortesía

La famosa coreógrafa hace hincapié en la importancia de la condición física y la entrega que todo bailarín de ballet clásico debe tener.

“Si el bailarín no le pone amor a su trabajo y antepone sus intereses económicos está equivocado. Será mejor que busque otra profesión, no el arte. (…) Muchos podrán bailar, pero ser un artista de la danza no es para cualquiera”, enfatiza Alonso.

Doña Alcira manifiesta que uno de sus mayores anhelos que, lastimosamente, no pudo concretarse fue la creación de una compañía nacional de ballet de mucha calidad, una que tuviera los mejores talentos del país.

“Lamentablemente, los intereses de otros, los egoísmos que nunca faltan y la mala interpretación de algunos no me lo permitieron. Tenemos gente de mucho talento, pero tenemos también unos egos muy agarrados. Mientras la gente no se despoje de eso no habrá ningún cambio”, expresa Alonso, a quien a lo largo de su trayectoria se le han otorgado un sinfín de reconocimientos, tanto a nivel nacional como internacional.