Juncao es una palabra china que significa “planta herbaria para cultivar hongos comestibles”. Muy parecida a la caña de azúcar o al bambú en sus primeras etapas, la planta ha resultado ser una especie de “milagro” para cultivar hongos comestibles, medicinales; forraje para el ganado y hasta para detener el avance de las dunas de arena.
La tecnología Juncao es una invención botánica que lleva ya unos 30 años de existencia, aunque no es muy conocida. Fue inventada por el profesor Lin Zhanxi, de la Universidad de Agricultura y Silvicultura de Fujian, China, y es una técnica integrada que utiliza una planta para cultivar hongos comestibles y medicinales.
Además, produce microproteínas para forraje y fertilizantes, así como para controlar la erosión del suelo y el agua y la desertificación.
El Juncao es un tipo de planta herbácea que pueden reemplazar al aserrín y ser utilizada para cultivar incluso en condiciones extremas como desiertos.
En China, un país grande, con pobres y mucha gente que alimentar, se consume muchos hongos. Este invento ha logrado suplir muchas de las necesidades alimentarias de la población; pues en el país asiático los hongos pueden llegar a ser más caros que el mismo oro.
Según los expertos, la inversión en un cultivo de Juncao podría rondar los $150, por lo que es relativamente accesible para los países en vías de desarrollo.
De acuerdo con los científicos de la universidad, en una sola hectárea de tierra es posible producir 600 toneladas de la hierba; y con cada tonelada de Juncao se pueden cultivar más de 200 toneladas de hongos comestibles o medicinales.
El proceso es sencillo. Una vez crecida la planta, se corta, pasa por un proceso de sanitización para eliminar bacterias y se procesa.
Puesta en bolsas separadas en una especie de forma de tubo grueso, los hongos pueden ser fácilmente cultivables por tandas en un vivero. La planta hecha aserrín es un alimento nutritivo y no tóxico para cualquier tipo de ganado como vacas, bueyes, cabras, corderos, etc.
Recibe reconocimiento
Al considerarse un valioso aporte al desarrollo de la agricultura mundial y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa Garcés, elogió al Juncao por sus característicos esfuerzos en “ la erradicación de la pobreza y las energías limpias, hasta la equidad de género y la conservación de la biodiversidad”.
A la fecha, China ha compartido su invención con otros países pobres como los del continente africano.