Foto EDH/Josué Parada
Los tres jóvenes señalan que en agosto 2018 comenzaron a trabajar en su proyecto “Diseño, implementación de un sistema de impresión de férulas en 3D de bajo costo”, y si bien llegar hasta el primer prototipo no ha sido algo fácil cada vez siguen están más cautivados con su iniciativa.
David explica que como grupo son buenos en varias áreas de la carrera, y les gusta mucho la programación, pero han tenido que aprender desde lo que es una férula, pasando por lo relacionado con el campo de la impresión en tres dimensiones, entre otros conocimientos.
Aseguran que le apostaron a trabajar con esta tecnología porque si bien es muy usada en otras naciones como Estados Unidos, México y Brasil, acá aún no está muy difundida ni explotada, mucho menos en el área de la Medicina, tal como ellos identificaron a través de un sondeo. “En los hospitales públicos, privados no se utiliza mucho esta tecnología”, cita Wilbert.
Los estudiantes sostienen que para desarrollar la primera férula inicialmente se han tenido que auxiliar de un software comercial existente, pero en la fase de avanzada ellos tienen que ir usando software con licencias para estudiantes hasta crear su propio software y hardware necesario y físicamente adecuado para el ámbito médico para que realmente sea de bajo costo como pretenden.
Para imprimir su primera férula cuentan con la guía del ingeniero Saúl Guardado Peña, coordinador del Laboratorio de Fabricación Digital FIA LAB de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UES, quien asegura que el proyecto de los jóvenes “realmente es algo muy innovador para el país. La verdad yo admiro bastante a los jóvenes porque la iniciativa es de ellos”.
Guardado Peña, quien es ingeniero industrial, sostiene que los alumnos empezaron a investigar sobre la forma de como escanearse el brazo y después llegaron a consultar como a partir de ello hacer la férula.
No rendirse
Precisan que sacar la imagen tridimensional del brazo les representó un gran reto, pero en la búsqueda de una alternativa se les ocurrió que para hacerlo podían usar el dispositivo de una consola de un X Box 360 llamado Kinec. Al respecto, Moisés precisa que este “es un sensor de movimiento y profundidad que se usa para video juego, para captar el movimiento del usuario del juego, juegos virtuales”.
El ingeniero Guardado Peña afirmó que ese equipo que los jóvenes están usando para escanear ha dado imágenes con datos muy precisos del paciente, a tal punto que el laboratorio compró uno para hacer otras pruebas porque es bastante preciso y sobre todo porque ha resultado ser de muy bajo costo. Este cuesta unos $50.00 máximo frente a otros equipos de escaneo que van de los $2,000 a los $5,000.
Para imprimir la férula han utilizado fibra de nylon porque es muy resistente, pero también posee cierta flexibilidad.
Los jóvenes afirman que siguen investigando sobre otros aspectos claves como el tipo de lesiones que se pueden tratar, la zona del cuerpo donde se dan, y los tipos de materiales de impresión, si las férulas pueden llevar perforaciones.
Los estudiantes afirman que para cubrir esos otros elementos requieren un trabajo conjunto con similares de otras disciplinas por ejemplo de Medicina, Fisioterapia, Ingeniería Mecánica, Ingeniería en Sistemas, y a partir de ahí que no dudan en invitar a jóvenes que estudian o están por graduarse de esas carreras a sumarse al proyecto.
Estos tres jóvenes mosqueteros de la innovación, que motivan a otros a salir de su zona de confort, a explorar nuevas áreas del conocimiento, se han propuesto terminar su trabajo en ocho meses, dado que tienen planes de estudiar la maestría en Energía Renovable que la UES estaría por abrir en 2020, trabajar y también crear sus propias empresas.