Muchos miembros de la generación X que crecieron escuchando a Nirvana posiblemente se acuerdan de lo que estaban haciendo cuando se enteraron de la muerte de la leyenda de la música, quien murió hace 25 años, entrando así al “Club de los 27”.
El 5 de abril de 1994, el vocalista de Nirvana se suicidaba tras haber sufrido enfermedades crónicas como depresión y adicciones a sustancias como la heroína, en plena cúspide de la fama. Tres días después hallaban su cadáver en su casa de Seattle (Washington, EE.UU.). Había nacido un mito.