Raúl Alexander Zepeda Castellanos, asesinado el martes en San Vicente, está siendo velado en su natal Ilobasco en un ambiente similar al que solía rodearse: lleno de flores de colores alegres, aromas, pilares decorativos y cortinas brillantes.
El hombre, de 41 años, era organizador y decorador de eventos; también administraba una sala de té y recepciones. La noticia de su muerte ha causado conmoción e indignación en el municipio en donde era muy conocido, no solo por el empeño que le ponía a su trabajo sino porque era altruista y colaboraba con su comunidad.
Sus amigos y vecinos se han solidarizado con la familia doliente en el lugar en donde está siendo velado y a través de la redes sociales. Ahí han compartido anécdotas y fotografías con “Raulito”, como le llamaban en el municipio.
“Un ser humano excepcional, íntegro y siempre dispuesto a ayudar”. “Su afán por ayudar y su carisma al tratar por igual a sus semejantes, eso es lo que hacía de Raúl un ser humano excepcional”. “Lo recordamos como él era: con elegancia, glamour y un carisma único”. “Un emprendedor que se abrió camino con esfuerzo y dedicación a lo que le gustaba, un corazón noble y respetuoso”. Estos son algunos de los cientos de mensajes que se pueden leer en Facebook.

Zepeda también ponía su talento a disposición de la parroquia El Calvario. “Se nos fue la mano derecha de la Guardia del Santísimo… Un gran servidor del Señor”, expresó una allegada.
Mientras que el grupo Cristo Joven publicó una esquela en la red social en la que reveló que Raúl Alexander colaboraba de diversas maneras con ellos.
Indagan móvil del homicidio
Zepeda Castellanos fue plagiado por tres hombres el martes, a mediodía, en el kilómetro 47 de la carretera Panamericana, en Santo Domingo, San Vicente.
La Fiscalía informó que la víctima estacionó su vehículo frente a un negocio de dulces típicos con la intención de comprar cuando fue interceptado por los delincuentes. Aparentemente intentaron robarle y él se opuso y hubo un forcejeo.
Los atacantes lo sometieron, lo subieron al carro en el que ellos se transportaban y se lo llevaron. A un kilómetro de distancia lo bajaron y lo condujeron a un callejón donde lo mataron a balazos. Las autoridades presumen que el móvil del homicidio no fue el robo.