Porfirio Pérez Monge, un vigilante contratado por los vendedores del centro capitalino perdió la vida al mediodía del lunes luego de ser atacado a balazos por varios pistoleros que huyeron en medio del caos del Centro.
El hecho ocurrió en la 1a. Calle Oriente entre la 6a. y 4a. Avenida Norte, en San Salvador.
Según algunos comerciantes de la zona, la víctima se encontraba colocando una lámina en un local ubicado a la orilla de la calle.
“Él es de los vigilantes que nosotros contratamos y ya tiene bastante tiempo de dedicarse a eso, al momento de los disparos estaba arreglando el techo de uno de los locales, poniéndole un pedazo de lámina”, indicó una vendedora.
La comerciante agregó que el ataque se dio aproximadamente 1:35 de la tarde de este lunes, y que al escuchar los primeros disparos bajo del techo, trató de correr, pero, a media calle lo alcanzaron los disparos y murió al instante.
Hasta el momento la Policía desconoce quienes fueron los autores de este asesinato aunque no descartan que el hecho se deba a la constante lucha entre las pandillas y los vigilantes por controlar el Centro, aunque en el lugar donde ocurrió el hecho no se reportan ataques relacionados a la disputa.
Otra hipótesis que las autoridades esperan aclarar, es si el ataque contra el vigilante se debe a rencillas personales.
El jueves 28 de marzo, el vigila Miguel Angel Viscarra (37 años) fue asesinado por pandilleros entre la calle Rubén Darío y la 5 Avenida Sur a eso de las 10:30, y pocos minutos después, las autoridades policiales reportaron a un supuesto pandillero acribillado al interior del mercado Sagrado Corazón.
Los pandilleros buscan controlar las extorsiones a los vendedores y por ello los comerciantes contratan a vigilantes privados, los que tampoco se salvan de la sospecha de ir más allá de solo vigilar, ejerciendo control territorial.
En otro hecho de violencia, las autoridades reportaron un homicidio en la colonia Asunción, de Ayutuxtepeque. El crimen fue registrado alrededor de las 7:00 de la noche. Dos horas después, aún se desconocía la identidad de la víctima así como las circunstancias en las que la mataron.