Bajo la denominada política de “descomunización”, Ucrania borró en 2017 la huella de su pasado soviético al renombrar miles de calles, pueblos y ciudades y retirar del espacio público miles de monumentos de figuras comunistas, como Lenin (ruso ideólogo del Partido Comunista).
A más de 100 años de la Revolución bolchevique que llevó a la instauración del comunismo, el Gobierno ucraniano se jacta de haber cambiado la denominación de más de 52.000 calles, 32 ciudades y 25 localidades relacionadas con este periodo histórico.
En 2015, Ucrania había prohibido los partidos comunistas y eliminado todo registro de la ideología en el país, a través del Tribunal Administrativo de Distrito de Kiev, y uno de los efectos es que no se admitió la postulación del líder comunista Petro Symonenko como candidato presidencial en las próximas elecciones.
De acuerdo a una publicación del portal bles. com, dicha prohibición del 2015 fue aprobada a instancias del Ministerio de Justicia, según KHPG.Org, el Grupo de Protección a los derechos Humanos de la ciudad ucraniana de Járkov.
“El Partido Comunista de Ucrania (CPU) lleva a cabo acciones dirigidas a cambiar el orden constitucional por medios violentos; violar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania; propagar la guerra, la violencia y la incitación a la enemistad interétnica y la invasión de los derechos humanos y las libertades, y los miembros de la CPU hacen llamamientos sistemáticos para crear formaciones armadas”, fue la explicación emitida por el Ministerio de Justicia, según el mismo medio.
Uno de los precursores de las leyes tendientes a esos cambios fue el historiador Volodymyr Viatrovych.
“No se trata de olvidar el pasado totalitario, sino de aprender la verdad sobre él”, dice Viatrovych, al cambiar los nombres de las ciudades y las calles, los ciudadanos ucranianos aprenden sobre el pasado, específicamente sobre la “naturaleza criminal del régimen comunista y por qué debemos recordar sus crímenes”.
Con información de bles.com