Video: Víctimas de esclavitud fueron traídas de Guatemala bajo engaño

Edwin y Edgar Juárez les ofrecían venir a El Salvador a vender piñas a cambio de dinero, alimento y vivienda. Los nueve menores de edad, cuatro mujeres y 30 hombres eran explotados laboralmente en San Miguel

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Los guatemaltecos obligaban a sus compatriotas a dormir en el suelo y en condiciones infrahumanas. Foto/ @FGR_SV

Por Diana Escalante

2019-03-11 9:04:51

Seducidas por la idea de recibir un pago en dólares, alojamiento y alimentación a cambio de viajar a El Salvador para vender piñas, durante un mes, 43 personas originarias de Villa Canales, Guatemala, aceptaron el trabajo que les ofrecieron sus compatriotas Edgar Francisco y Edwin Arnoldo, ambos de apellidos Juárez García, y emprendieron la travesía.

Hace menos de un mes, el grupo salió de su país e ingresó a territorio salvadoreño. Algunas víctimas pasaron los controles migratorios, pero otras fueron obligadas a entrar a través de puntos ciegos, principalmente los menores de edad. Después fueron llevadas hacia una vivienda en San Miguel, la cual fue arrendada hace un año, explicó la jefa fiscal de la Unidad Especializada de Trata y Tráfico Ilegal de Personas, Violeta Olivares.

Al llegar ahí la realidad fue otra. Empezaron a ser explotados laboralmente. Valiéndose de que son personas “sencillas”, de escasos recursos económicos y que poseen poca formación académica, desde el primer día, los nueve niños y adolescentes; cuatro mujeres (una embarazada) y treinta hombres fueron obligados por los hermanos Juárez a realizar extensas jornadas de trabajo por las que no recibían ningún pago, pero les exigían vender más de $50 diarios de piñas.

 

EN IMÁGENES: Guatemaltecos tenían esclavizadas a 43 personas en San Miguel

También les daban patadas y las agredían verbalmente para obligarlas a levantarse a las 4:30 de la mañana para salir a trabajar. Algunos manejaban los vehículos (con placas guatemaltecas) en las que distribuían la mercadería y otro se encargaban de vender las piñas casa por casa. Las investigaciones han revelado que únicamente les proveían de dos tiempos de comida al día y las obligaban a dormir hacinadas sobre plásticos y cartones.

En más de una ocasión, los afectados intentaron escapar de su tormentosa situación contándole a algunos clientes las condiciones en las eran obligados a trabajar, pero la ayuda nunca llegaba.

Para lograr someter a sus compatriotas, los “patrones” amenazaban con denunciarlos con las autoridades de Migración y les aseguraban que serían detenidos por haber ingresado ilegalmente a El Salvador.

Días atrás, uno de los afectados logró escapar y denunciar ante las autoridades a Edgar Francisco y Edwin Arnoldo. El Ministerio Público inició las investigaciones y el fin de semana, junto con la Policía, allanó la casa donde los Juárez mantenían a las víctimas y las rescataron.

Los dos hombres fueron arrestados y hoy, a las 2:00 de la tarde, serán acusados por el delito de trata de personas bajo la modalidad de trabajo forzado en un Juzgado de Paz de San Miguel.

Este es el caso con más víctimas de este tipo que han registrado las autoridades desde 2015, cuando entró en vigencia la Ley Especial contra la Trata de Personas de El Salvador.

 

 

Acusados tendrían un año de estar explotando a compatriotas

Los hermanos Edwin Arnoldo y Edgar Francisco tendrían un año de estar explotando laboralmente (por temporadas) a pobladores guatemaltecos en El Salvador.

Las víctimas que fueron rescatadas el fin de semana declararon a las autoridades que tenían entre 15 y 20 días de haber llegado al país. A los hermanos Juárez los conocían en Villa Canales, una de las principales zonas productoras de piña de Guatemala, porque constantemente llegaban a ese lugar para ofrecer empleos.

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Aunque por ahora solo se les procesará por el delito cometido en perjuicio de las 43 personas, la Fiscalía sospecha que pudieron haber más guatemaltecos que fueron traídos al país meses antes y que también fueron explotados, pero que pasado un tiempo les permitieron retornar a Guatemala.

“La condición de vulnerabilidad de las víctimas fue algo determinante que permitió que se sometieran a estos adultos. Las personas manifiestan que se encontraban en una situación de necesidad económica, (los acusados) se valieron de su sencillez, de su buena voluntad y de la buena fe de creer en una oferta justa de trabajo en un territorio extranjero”, relató Olivares.

La funcionaria agregó que algunos de los afectados relataron en las entrevistas que no se atrevían a escapar para regresarse a su país porque los Juárez sabían a donde habitaban y podían tomar represalias.

Las autoridades aún no han logrado determinar las razones por las que los imputados se habían radicado en San Miguel y otros municipios de la zona oriental.

Desde que fueron rescatados, los guatemaltecos fueron trasladados al Centro de Atención al Migrante, en San Salvador, donde se les hicieron exámenes médicos y permanecerán albergados hasta que puedan ser repatriados.

A fin de garantizar el retorno “pronto y seguro” de los extranjeros a su país, la Fiscalía pedirá al juez que puedan llevarse a cabo declaraciones anticipadas de algunas víctimas. De eso dependerá el tiempo que seguirán bajo la protección de las autoridades salvadoreñas.