Siete minutos pasaban de las tres y media de la tarde cuando las cámaras de seguridad del municipio de Santa Tecla capturaron en video el momento en que René Antonio Calero Álvarez salió de su vivienda y caminó por las calles y aceras de ciudad. Se dirigía a realizar diligencias personales pero jamás llegó.
Una hora más tarde, a las cuatro y media, se comunicó por teléfono con su novia y desde entonces dejó de contestar el teléfono celular. El aparato, ahora, permanece apagado. Todo sucedió el pasado domingo 03 de marzo.
Tony Calero, como es conocido entre sus amigos, es un reconocido artista del tatuaje que lleva cerca de tres años dedicándose a ese rubro en el país. Trabaja en un estudio de diseño y tatuajes ubicado en Ciudad Merliot. La mayor parte de su vida la vivió en Estados Unidos y regresó a El Salvador cuando cumplió los 18 años de edad. Desde que vive en territorio salvadoreño se sostiene a sí mismo con su trabajo como tatuador y en diversos proyectos artísticos.
Familiares buscan a Tony Calero, el artista tatuador desaparecido en Santa Tecla
Las cámaras de seguridad del municipio de Santa Tecla capturaron en video el momento en que René Antonio Calero Álvarez salió de su vivienda y caminó por las calles y aceras de ciudad. Se dirigía a realizar diligencias personales pero jamás regresó.
Su grupo cercano de amigos ha iniciado, en redes sociales, una ardua campaña de búsqueda para dar con su paradero. Aseguran que no es normal que Tony, como también se le conoce en el mundo del tatuaje, se ausentara por largos períodos de tiempo sin confirmar su ubicación o comentársela a alguien.
También lo buscan fuera del país
Fuera de las fronteras salvadoreñas, también buscan a Tony. Él es reconocido por varios integrantes de la comunidad de artistas del tatuaje en Estados Unidos. Además, su madre reside en ese país y, desde la distancia, coordina esfuerzos y se mantiene pendiente de cualquier información. Familiares y amigos describen a Calero como una persona que constantemente ayuda a los demás, divertido y sociable, además de ser un experto en los tatuajes y la cocina: un apasionado artista.
“Es una persona de buen corazón, siempre ayuda a los demás, sin esperar nada a cambio”, expresó su novia a El Diario de Hoy. “Es un hombre que ama a su familia y, sobre todo, muy humilde”, agregó y confirmó que, este año, Tony tenía planeado comenzar con sus estudios formales en artes en el Centro Nacional de Artes de El Salvador (CENAR), mismas que en el pasado había tenido que suspender. Sobre este punto, sus amigos destacan que la vida del joven tatuador no ha sido particularmente fácil. Ha debido luchar contra muchas adversidades para llegar a donde se encuentra. “Nadie le ha regalado nada, pero sabe salir adelante”.
Según quienes lo conocen, las metas de Tony, a corto plazo, son convertirse en un tatuador profesional a gran nivel, formar su propia familia y regresar a Estados Unidos, con su familia biológica, ya convertido en un artista reconocido en el mundo de la tinta.