A simple vista Santiago es un joven como cualquier otro, apasionado por las computadoras y la programación, pero desde que vio la película “Hackers” todo un nuevo mundo se abrió para él.
Su formación inicial se basó en tutoriales y blogs sobre piratería, luego se fue perfeccionando en la resolución de problemas y hoy pasa a la historia como el primer hacker en ganar más de $1,000,000 en recompensas.
“No tengo suficientes palabras para describir lo feliz que estoy al convertirme en el primer pirata informático en alcanzar este hito. Estoy increíblemente orgulloso de ver que mi trabajo es reconocido y valorado”, dijo el joven en una entrevista para HackerOne.
HackerOne, una plataforma de vulnerabilidad y coordinación de errores que conecta a las empresas con los investigadores de ciberseguridad destaca que “Santiago muestra a todos que aprender a hackear no está reservado para el aula tradicional”.
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La primera vez que le pagaron por detectar un error cobró 50 dólares. La suma máxima que cobró por uno de esos trabajos fue 9 mil dólares. Y lo primero que se compró cuando logró ahorrar algo de dinero, a los 17 años, fue una computadora más avanzada que le permitiera hacer mejor su trabajo.
“Cuando le conté a mi familia y a mis amigos que era hacker, no podían creerlo. Creían que un hacker sí o sí era una mala persona que robaba a otros, no contemplaban la posibilidad de ganar plata legalmente a través del hackeo”, contó Santiago a HackerOne al ser entrevistado tras ganar su primer millón de dólares.
Y es que el trabajo que realiza López es arreglar los sitios webs de grandes compañías, hace de Internet un lugar más seguro. “Lo mejor fue cuando descubrí la existencia de programas de recompensas de errores como HackerOne. Me permitió hacer lo que me gusta, ganar dinero cuando quería y donde quería”, afirma.
Santiago es un”hacker blanco” es decir “de los buenos”, porque busca, descubre e investiga agujeros de seguridad en el software, con lo que logra ingresos que equivalen a 40 veces el salario promedio anual en Argentina.
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En una entrevista a la BBC, sostuvo que “la posibilidad de ser un ‘hacker malo’ lo tentó, pero que la probabilidad de ir preso por cometer algún delito lo desalentó totalmente”. “Me gusta la plata y me gusta hackear, así que la búsqueda de bugs a cambio de las llamadas ‘recompensas’ es una gran combinación”.
Los hackers suelen recibir entre US$50 y US$500.000 por apenas dos horas de trabajo y López lo ha sabido aprovechar. A sus 19 años ya es dueño de una villa privada con su propio sistema de seguridad. “Es más costoso que un lugar ‘normal’, pero merece la pena”, asegura frente a las cámaras de la BBC, al volante de su auto de diseño.
En su residencia tiene una pista de tenis privada, piscina, una casa de diseño y otras comodidades de las que a veces presume en su cuenta de Instagram.
Desde que se unió a HackerOne en 2015, Santiago ha reportado más de 1,670 vulnerabilidades únicas válidas a compañías como Verizon Media Company, Twitter, WordPress, Automattic y HackerOne, así como a programas privados. “Estamos encantados con Santiago y agradecidos por las vulnerabilidades que informó y que ahora están resueltas” dice el sitio oficial de la plataforma.
“Estoy seguro de que seguiré pirateando programas de recompensas de errores. Es una de las cosas más interesantes que he descubierto en mi vida”, dijo López quien está seguro de que los programas de recompensas de errores pronto abren nuevas oportunidades tanto para los piratas informáticos como para las empresas comprometidas con la seguridad.