OPINIÓN: Monterrey, Alianza y los ‘imposibles’

El partido del miércoles por Concachampions y todo lo que está en juego.

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Rubén Marroquín (I) de Alianza de El Salvador compite por el balón con Rodolfo Pizarro de Rayados de Monterrey de México durante su partido de fútbol de la Liga Campeones CONCACAF en el Estadio Cuscatlán. / Foto Por AFP / Marvin Recinos

Por Flores, Gustavo / Twitter: @Gusflores21

2019-02-24 7:24:16

Es cierto que Rayados de Monterrey mostrará otra cara, mucho más ofensiva, en el partido revancha del miércoles de los octavos de final ante el Alianza. Es cierto que estarán, seguramente, sus dos armas principales en ofensiva como son los argentinos Maxi Meza y Rogelio Funes Mori. Es cierto también que 55 mil espectadores exigirán ganar y golear y que una eliminación estará en seguida del rótulo ‘fracaso”. Que el árbitro podría llegar a jugar su papel en caso de que se complique la clasificación…¿Cuál? El que se da en todas las competiciones de favorecer a los poderosos.¿Imposible?….

Pero también es cierto que Alianza estuvo a la altura en el partido del Cuscatlán. Que la diferencia de cotizaciones del plantel (84 millones de dólares de los mexicanos, contra el 1,5 millón aproximado de los salvadoreños) se esfumó en el verde césped. Que 20 mil hinchas merecieron ver un equipo local ganador hace 5 días. Que Alianza tiene jugadores para destacarse en el nivel internacional como Rafa García, Chicho Orellana, Oscar Cerén…

Foto Dron EDH/ Marvin Romero

La deuda pendiente de un equipo salvadoreño a nivel internacional lleva varios años, más de 20 para ser exactos. Desde la Orquesta Alba del 68, campeones de Concacaf, pasando por el gran Águila del 77, el “Mágico”FASdel 79, el Marte del 92 con la Recopa o el mismo Alianza ganador del “Grandes de Centroamérica” en 1997. Desde entonces, ya no hubo protagonistas nacionales en torneos regionales. Una muestra de lo mal que ha estado el fútbol salvadoreño en estos años.

Alianza tiene un prueba de fuego en el fabuloso BBVABancomer, un escenario de primer nivel para un partido que los albos deberán jugar con la misma intensidad que el miércoles. Las chances no son muchas, es la realidad. Pero el fútbol es dinámica de lo impensado. Y una clasificación será el salto de calidad que algún día debe dar el campeón del fútbol salvadoreño.

¿Imposible? Para nada.