El salvadoreño Ernesto Rodríguez destacado en el diario “Northwest Arkansas Democrat Gazette”. Sin la barrera del lenguaje dice el artículo.
Rodríguez juega para el equipo del High College Rogers Heritage , en la Conferencia 6A-Oeste del estado, siendo parte del equipo de baloncesto de dicha institución educativa, logrando una destacada participación en su temporada como “Senior” o que cumple su último año de estudio.
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Nacido el 27 de julio del 2000, se mudó a la ciudad de Rogers con su familia, para unirse a esta institución que tiene de apodo “War Eagles” , donde se desempeña como armador y tiene un destacado papel en 15 partidos, de los 24 de la temporada.
“Para decirlo sin rodeos, es un buen ejemplo de que no tienes que ser capaz de hablar para ser un gran líder. Su pasión, su juego en equipo y su ética de trabajo lo han destacado” , son las palabras de su entrenador, Tom Olsen.
Si bien Rodríguez no domina el inglés aún, reconoció que ha sido el baloncesto el que le ha ayudado en su integración a la nación norteamericana. Cabe destacar que este joven fue parte de la selección Sub-16 de El Salvador que disputó el Campeonato COCABA en 2016 y terminó en la tercera posición, solo detrás de Panamá y México.
“Sentí que corrimos más allá (en El Salvador), pero aquí es como si tuvieras que ser más inteligente en la cancha. Los jugadores son mucho más altos aquí, y el nivel de competencia es mejor. Sentí que cuando jugábamos era como si todos estuviéramos hablando el mismo idioma, que es el baloncesto” , expresó el joven.
Durante la temporada, Rodríguez se perdió nueve partidos por una lesión de ligamentos en su rodilla en diciembre, el equipo ganó dos partidos en su ausencia, pero con su retorno, el equipo lleva hoja de 4-3, algo que demuestra la influencia positiva del joven basquetbolista salvadoreño.
“Me siento como una persona normal con una agenda normal, pero alguien dice ‘Oye, juegas baloncesto’, y eso me hace sentir especial. Pertenezco a una familia, no solo a un equipo, sino a una familia”, expresó Rodríguez al medio, demostrando que no hay barreras de idioma, si hay ganas auténticas de superación personal, con el deporte de aliado.