Familia de Omar Pimentel habría sido atacada a balazos antes de ser secuestrada

El deportista corroboró que el vehículo donde viajaba su familia tenía dos orificios provocados con arma larga. Uno en el rin y otro en la carrocería.

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El auto en el que se transportaban los cinco familiares del preparador físico del Sonsonate Fútbol Club fue hallado abandonado en una finca del cantón Los Arenales, en Nahuizlaco, Sonsonate. Foto EDH/ Cortesía

Por Óscar Iraheta

2019-02-01 3:19:12

El vehículo blanco donde viajaba la familia del preparador físico del Sonsonate F.C., Omar Pimentel, fue atacado aparentemente con fusiles, según lo constató el mismo Pimentel el lunes pasado al ver el auto en un puesto policial en Sonsonate.

El deportista asegura que el carro tiene dos orificios, uno en la parte del rin y otro impacto de bala en la carrocería en la parte de abajo.

“Todo se manejó que fue una ponchadura de llanta pero yo constaté el lunes que fui adonde tienen el vehículo que tiene dos disparos de arma larga. No puede ser una 38 ni una 9mm porque traspasa el lado del rin más duro, sobre la orilla. Ahí tiene un orificio de bala. Y tiene otro en la carrocería por la parte de abajo”, relata Pimentel.

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La noche del miércoles 16 de enero después del final del partido entre Sonsonate FC y SID Municipal por la Copa El Salvador marcó la despedida entre el preparador físico del Sonso y su familia. El saludo habitual. En el estadio despidió a su esposa Rosa Ivette Colindres de Pimentel (40 años) y a su hijo Marcos (12 años). También saludó a su suegra Silvia Jaco de Colindres (63 años), a su cuñado Carlos Jaco (35) y su mujer Tania Monterrosa (25).

La esposa, hijo, cuñado y novia del cuñado del preparador físico de Sonsonate. Fotos Cortesía

Hasta este viernes Pimentel creía “que fue una ponchadura de llanta”, sin embargo, al ver los disparos, el jugador asegura que “los estaban esperando o era punto de asalto y lastimosamente mi familia pasó por ahí”.

El jugador relata que le escribió a su esposa, al messenger del hijo más pequeño que iba con ella, “le preguntaba si ya estaban en Chalchuapa y ella me respondió que no, que iban de camino porque habían pasado a cenar y que iban pasando El Canelo pero que se les había pinchado la llanta, eso fue lo que escribió”.

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El preparador físico del Sonsonate F.C. transcurre sus días agobiado por no saber el paradero de su esposa, hijo y suegra, que desaparecieron el 16 de enero cuando se conducían por la zona de "el canelo" en la carretera Los Naranjos. La casa de la familia Pimentel permanece como la dejaron aquel trágico día.

“En ese momento le dije que estaba a diez minutos y podía llegar a auxiliarlos y me dijo que no, ‘no es necesario porque rápido la cambiamos’, me dijo. Entonces ya no fui. Ahora, atando cabos, hasta pienso que quizás ni ella fue la que escribió o la obligaron a ponerme ese mensaje para que yo no llegara donde ellos estaban”, sospecha la víctima.

Para el preparador físico los disparos de bala cambian la hipótesis de la detención del vehículo. Sin embargo, no hay mayores novedades, ni un solo llamado en 15 días de una espera que se hace cada vez más angustiante.

“Solo gente que llama, que dice que conocen el caso de la familia. Hace dos días me llamaron y me dieron información falsa. Le soy claro que quisiera que ellos se pongan en contacto conmigo y que me digan que es lo que quieren. Es difícil saber como están, mi hijo de 12 años… Me tocaron lo más…, lo más sensible del ser humano. Quisiera que se contactaran para poder llegar a un arreglo y me regresen a mi familia”, clama Pimentel con voz triste.