Feligreses católicos llegaron en peregrinación al río Sepaquiapa, de San Pedro Masahuat, La Paz, a una solemne misa que se realiza en las riberas del afluente, en la gruta donde permanece la imagen del Cristo Negro, que es el patrono de las fiestas titulares del municipio.
Desde hace 62 años se realiza la misa a la orilla del río a la que asisten lugareños y personas de otros municipios, quienes entre cánticos y oraciones, han recorrido las principales calles del lugar hasta llegar a una gruta natural, cada 14 de enero.
“Un pescador encontró un crucifijo con un Cristo Negro en el río, lo llevó a la parroquia y desapareció, volvió a llegar al lugar y lo encontró de nuevo, se lo llevó a la parroquia y desapareció, volvió a ocurrir lo mismo, entonces dijo que el Cristo Negro quería estar en el río y desde entonces se hace la misa en este lugar”, dijo María Domínguez, una de las organizadoras.
Muchos llegan al lugar a realizar sus peticiones al Cristo Negro.
Rosa Ramos es una salvadoreña residente en Nueva York, quien llegó a la misa para rogar por la paz en su hogar y por un problema que tenía una de sus hijas. Ella permaneció hincada como sacrificio.
La misa en el río es parte de las fiestas titulares de San Pedro Masahuat, las cuales iniciaron el pasado 5 de enero y terminaron ayer, con una misa en la parroquia.
Durante la celebración eucarística , las personas se sientan sobre las rocas, permanecen hincados o parados, algunos niños aprovechan a darse un chapuzón y uno que otro comerciante aprovecha a vender como Marta Alicia de Sarmiento, quien ofrece porciones de yuca sancochada y frita a $0.50.
Ella vende a diario su producto por las calles de San Pedro Masahuat, pero el 14 de enero aprovecha la fiesta para ganar unas monedas extra, agradecerle al Cristo Negro por los favores recibos y pedirle que siempre le de trabajo y salud.
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La ciudad guatemalteca se convierte en la capital religiosa de Centroamérica, gracias a su romería del Cristo Negro celebrada en enero. En El Salvador varias localidades emulan esa ferviente festividad.
Al terminar la ceremonia, los peregrinos disfrutan de un refrigerio de marquesote y horchata ofrecido por el Comité de Festejos de la Cofradía del Cristo Negro de la Parroquia de San Pedro Apóstol.
