¿Qué hace el sobrino de Luis Suárez en El Salvador?
Agustín Suárez, hijo del jugador Paolo Suárez y sobrino de Luis Suárez -delantero del Barcelona-, lleva el fútbol en la sangre y colabora con uno de los campeones de Liga Mayor
“¿Y cómo me pongo?”, pregunta curioso. Pero sin escuchar respuesta, ya está haciendo técnicas y pechando la pelota. “¿Así está bien?”, repite. Y espera la fotografía.
Es curioso, inteligente y audaz. Tiene once años. Y vive, respira, juega, sueña fútbol. Lo tiene en su ser. Y cómo no, si viene de una familia puramente futbolera. Ese es Agustín Suárez, el hijo de Paolo Suárez, uno de los jugadores insignias que ha tenido Isidro Metapán. Y, además, es sobrino de Luis Suárez, jugador estrella del Barcelona.
Pero este santaneco está forjando su propio destino. Lo está haciendo a su modo, con el apoyo de su papá, pero con sus propias preferencias. Está jugando en las inferiores del equipo de la ciudad calera, donde vive y estudia, y también donde es bolerito.
Esta última función es la que más le gusta, porque pasa metido en la cancha para todos los partidos de las reservas y del equipo mayor. “Nada más cuando me enfermo es que no vengo a los de reserva, pero sino aquí estoy todo el tiempo”, se sincera. “No lo sacás de acá”, había comentado antes Paolo.
Detrás del balón
Agus, como lo llama su papá, está enamorado de la pelota. Es por eso que, con el permiso de su padre, se ha enrolado como bolerito jaguar. Pero no es algo nuevo. Empezó cuando Paolo jugó en Guatemala, en el Comunicaciones; y luego, tuvo algunas oportunidades de ser recogepelotas también en Sonsonate, cuando el 10 calero jugó ahí.
“Aquí (Metapán), me he quedado como bolerito desde hace como un año. Me gusta porque en la grada paso aburrido y prefiero recoger pelotas y veo y vivo el partido adentro de la cancha y gratis también”, cuenta con una sonrisa.
Otro hecho curioso ocurrió en la Liga Mayor de Fútbol
Si le gustaría ser como esos futbolistas famosos que empezaron en ese puesto y luego despuntaron, lo afirma a su estilo y sin ir muy lejos: “En alguien en el que pienso, es en Jaime Ortiz (de Metapán), quien antes fue bolerito y ya ahora juega en la mayor con el equipo. Me imagino que puedo llegar hasta ahí”.
Agustín, además, dice que planifica si se debe o no perder el tiempo en un partido, al alcanzar el balón. “A veces, la paso rápido y bien; pero si sé que el partido está muerto, empiezo a jugar con la pelota. (…) Nunca me ha regañado un árbitro por tardarme, pero una vez los directivos sí me dijeron que no juegue con la pelota y que no pierda más tiempo. Es una responsabilidad”.