Es considerada uno de los endulzantes naturales más importantes. Por su sabor resulta agradable al paladar y también es usado para tratar algunas enfermedades.
Además de ser una fuente natural de antioxidantes, también tiene propiedades antibacterianas, contiene proteínas, favorece la digestión y es efectivo para aliviar las molestias de la tos, dolor de garganta y quemaduras provocadas por la radiación solar. También es usado como un antiinflamatorio.
La miel es un producto muy preciado, no obstante comprobar su calidad y pureza puede convertirse en un verdadero reto dado que en el mercado encuentras presentaciones que han sido alteradas.
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Cuando compres un tarro de miel posiblemente veas que en la viñeta dice “producto natural” u “orgánico”, pero esto no garantiza que el producto en efecto sea 100% puro.
Coloca un poco de miel sobre la uña del pulgar. La miel pura es densa, espesa y no se corre con facilidad.
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2. Test del fósforo
Quema un poco de miel con un fósforo y mira si se enciende. La miel pura se enciende bajo esta condición.
3. Disolverla en agua
Coloca un poco de miel en un vaso con agua, la miel pura por su consistencia viscosa se irá al fondo mientras que la miel alterada se mezclará con el agua.
4. Con Vinagre
Mezcla una cucharada de miel, un poco de agua y unas gotas de vinagre. Si la mezcla crea una especie de espuma entonces esta miel ha sido adulterada, no es pura.
5. Aroma característico
La miel tiene una sabor y aroma característico. Al probarla causa una sensación de ardor en la garganta. Otra característica es que en tras ser envasada presenta impurezas naturales como micropartículas de cera.
6. La prueba del papel
Pon un poco de miel en un trozo de papel, si no se forma un parche húmedo a su alrededor es miel pura.
7. Prueba con pan
Agrega un trozo de pan duro a la miel, si después de 10 minutos este sigue duro es porque esta miel no ha sido adulterada.
A la hora de comprar un frasco de miel asegurarte que en su etiquetado no aparezca “glucosa comercial” o “jarabe de alta fructosa”, estos son dos aditivos muy utilizados por los fabricantes y distribuidores de miel para evitar que esta se solidifique. La miel pura se cristaliza