River Plate cerró un 2018 inolvidable, por la conquista histórica de la Copa Libertadores ante su eterno rival Boca Juniors, firmando el tercer puesto del Mundial de Clubes con un cómodo triunfo en la final de consolación ante un Kashima (4-0) que chutó en tres ocasiones a los postes.
River Plate prepara un gran festejo con sus hinchas por la Copa Libertadores
Los festejos fueron programados para este domingo en el estadio Monumental y recordar así la gran gesta ante Boca Juniors
River se quedó sin la final del Mundial deseada, medir fuerzas ante el todopoderoso Real Madrid y poner en valor su crecimiento, pero regresa a Buenos Aires recuperando la alegría para festejar al fin la Libertadores. Marcelo Gallardo tiró de fondo de armario y los suplentes le respondieron ante un Kashima tan voluntarioso como falto de pegada.
Con siete novedades en su once, el conjunto argentino buscó el triunfo desde el inicio. A los 28 segundos Julián Álvarez ya avisaba con un derechazo que sacaba Kwon como podía. Inspirado y veloz el delantero, superó rivales para poner a Borré un balón para marcar que sacaba el portero del Kashima.
Su inspirado inicio se frenaba en seco por una patada de Borré en un balón dividido que le dañaba su pie derecho. Aguantó como pudo en minutos de reacción japonesa. Siempre liderado Kashima por el descaro de la juventud de Hiroaki Abe, la gran sensación con 19 años.