Si eres intolerante a la lactosa, vegano o si simplemente prefieres no consumir leche de vaca, las mezclas de origen vegetal, sobre todo las de frutos secos, son una excelente opción. Conoce algunas de ellas.
A pesar de que las leches de origen animal son las más gustadas y consumidas en el mundo, en algunos casos sus efectos en la salud hacen que se busquen otras opciones, entre ellas las leches vegetales.
Estas son suspensiones de material vegetal disuelto y desintegrado en agua, que tienen un aspecto similar a la leche de origen animal, pero no son productos lácteos.
“Las leches vegetales son una buena opción para las personas intolerantes a la lactosa, siguen una dieta vegana o vegetariana o para aquellos que simplemente quieren alimentarse de forma saludable”, manifiesta la licenciada Carolina Roque, nutricionista.
Almendras, nueces, pistachos, pepitorias y cacahuetes, entre otros, son muy beneficiosos para el organismo. Pueden reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, prevenir el envejecimiento, controlar la diabetes y hasta fortalecer los huesos.
Se elaboran a partir de ciertas variedades de frutos secos, cereales, legumbres y otras semillas, dejando por un tiempo el material vegetal en agua fría, separando el líquido y agregándoles otros ingredientes para su conservación y mejorar su sabor y sus propiedades nutricionales.
A continuación te detallamos algunas de las leches vegetales más conocidas.
Leche de almendras
Una de las cualidades de esta leche es que no contiene lactosa ni gluten. Es ideal para aquellas personas que tienen problemas gastrointestinales o dificultades para llevar una digestión adecuada. Es una fuente rica en potasio, esto la hace muy recomendable para tratar diarreas y los vómitos, principales causas de la pérdida de potasio en el organismo. Asimismo, posee calcio, minerales y ácidos grasos esenciales.