Esta tendencia decorativa aporta comodidad y practicidad, lo que todos buscan para esta importante área del hogar. Conoce algunos de los modelos más modernos y útiles, también algunos tips para decidir qué isla te conviene más.
Orden, limpieza, practicidad y comodidad son sinónimos de las cocinas con isla, una propuesta en diseño de interiores que añade lujo a los hogares.
Dicha composición arquitectónica consiste en un módulo cuadrado, rectangular, circular, ovalado o en forma de “L” o de “U”, que se ubica al centro de la cocina. A este elemento se le puede añadir un lavabo, una cocina o gavetas para almacenar objetos; o simplemente usarse como mesa para preparar los alimentos y comer.
La revista de diseño española Westwing se refiere a esta bonita y sofisticada extensión de la cocina como “un diseño que proporciona libertad de movimientos”.
Embellecer cada espacio del hogar con estos objetos propicia un ambiente amigable. Esta tendencia minimalista está sujeta a la creatividad y la personalidad de lo que se quiere transmitir.
Para Claudia Aguilera, arquitecta y Master of Fine Arts en arquitectura de interiores, la función principal de esta área es puramente auxiliar.
La experta detalló que “el estilo de la cocina con isla dependerá de lo que el usuario necesite, aunque es más recomendable personalizarlas para que cumplan su función al máximo y sean cómodas”.
Para algunos instalar esta pieza en casa puede ser difícil, si no conoces las tendencias y los estilos que existen echa un vistazo a estos diseños, los elementos que puedes añadir y cómo te servirá.
Isla con cocina
Insertar una cocina al módulo es una tendencia ya muy utilizada y a veces contraproducente, porque “no siempre funcionan cuando la intensión es crear una sensación de amplitud y de espacio abierto”, explicó Aguilera.
Requiere un extractor de humo tipo campana aérea encima para que circulen los vapores, pero esta se convierte en un obstáculo porque bloquean la vista.
Según la teoría del diseño de triángulo de trabajo, desarrollada en 1940 en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Illinois, las cocinas con islas deberían conectar tres zonas de trabajo: la refrigeradora, el lavabo y la cocina. Este modelo lleva el orden en el que se hacen las cosas: primero se almacenan, luego se lavan y por último se preparan.