Realismo mágico. Ese fue el término que usó el escritor y periodista salvadoreño Gilberto González y Contreras (1904-1954) en su libro de ensayos Hombres entre lavas y pinos (México D. F., Costa Amic, 1946) para referirse a la pintura de su compatriota Salarrué, nacido en la colonia Zedán (Sonzacate) con el nombre de Luis Salvador Efraím Salazar Arrué (1899-1975).
A los diez años de edad, aquel niño usaba una caja de acuarelas y lápices de colores para realizar sus primeros trazos, sin mayor orientación en el dibujo y la pintura que los que le otorgaba su madre Teresa, dedicada a la costura y al bordado por necesidades propias y las de sus dos hijos.
Desde mediados de agosto de 1915, ingresó como alumno a la Academia de Bellas Artes que el moscovita-parisiense Spiro Rossolimo y su esposa Frida de Cantiene Rossolimo abrieron en el centro de San Salvador.
Hace 88 años, ella publicó un libro de ruptura, con cuentos dedicados a difíciles temas cotidianos de las mujeres salvadoreñas: violencia, pobreza, violaciones, abortos, etc. Nunca más ha sido reeditado.
Por influencias políticas de su tío materno Rafael Arrué (quien fungió como diputado propietario por el departamento de San Vicente en la Asamblea Nacional Legislativa de 1916 y 1917), el gobierno del presidente Carlos Meléndez Ramírez le otorgó una beca para que prosiguiera su aprendizaje artístico en los Estados Unidos y también mejorara su manejo del inglés. Resulta probable que esa beca haya estado contemplada dentro de los ocho mil colones anuales (cuatro mil dólares) dispuestos “para alumnos que estudian en el extranjero” (art. 62, cap. XII, decreto legislativo del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Administración Pública comprendido entre el 1 de julio de 1916 y el 30 de junio de 1917).
Salvador E. Salazar abandonó suelo salvadoreño desde el puerto de Acajutla, a las 17:00 horas del domingo 10 de septiembre de 1916, a bordo del vapor salvadoreño Santa Ana. Ingresó al jesuita Rock Hill College, en las cercanías de Baltimore. Después, se trasladó a una escuela rural en Danville (Virginia), para luego matricularse en la Corcoran School of Art, fundada en 1869 como el primer museo de arte de la capital estadounidense y cuyo nombre fue cambiado en 1999 por el de Corcoran College of Art and Design.
Su trabajo pictórico se vio sometido a la poderosa influencia de un grupo de pintores estadounidenses, entre ellos la simbolista y abstracta Georgia O’Keeffe (1887-1986), el abstracto Arthur Garfield Dove (1880-1946), el acuarelista John Marin (1870-1953), el pionero del modernismo Alfred Maurer (1868-1932, introductor del fauvismo y el cubismo en su país), el paisajista Marsden Hartley (1877-1943) y el futurista Joseph Stella (1877-1946).