En Ernesto Martínez sonó una alarma cuando se dio cuenta que comenzó a bajar de peso sin razón aparente y a orinar más de lo acostumbrado. Fue hace 18 años que comenzó a sentir los síntomas. Se enteró, entonces, que tenía diabetes tipo dos.
“De la noche a la mañana comencé a bajar de peso, siempre tenía hambre y un exceso de ganas de orinar, en ese tiempo yo no tenía vehículo, y donde fuera me bajaba del bus para buscar un baño porque es incontenible”, cuenta Ernesto.
Observó que no era normal todo lo que le sucedía en su organismo, y fue cuando buscó ayuda profesional. Le realizaron varios exámenes y la respuesta fue clara: tenía 600 miligramos (mg) por decilitro (dl) de glucosa, cuando los niveles normales están entre 90 y 130 mg / dl, y hasta 180 mg / dl después de comer.
Los siguientes pasos fueron tomar las medidas para restablecer su organismo con dieta y ejercicio, y tomar los medicamentos indicados por el especialista, entre estos la insulina.
“Yo pasé las dos etapas, la primera de cuidados, tenía mi dieta, hacía ejercicios, pero hubo un momento en que honestamente me descuidé; es que te confías, porque volví a comer más de lo que debía y dejé de hacer ejercicio”, dice Ernesto.
Para mantenerse estable con la diabetes, Ernesto dice que la clave está en las cantidades de alimentos que se consumen, porque pueden comerse dos pupusas pero no hacer competencias ni ingerir más de esa cantidad, o bien consumir una ración de dos cucharadas de frijoles o arroz, pero no más.
“Algunos problemas por los que pasamos los diabéticos es que si ponés en una solicitud de empleo que tenés diabetes ya no te dan el trabajo, o porque pedís permiso de forma recurrente, por que te pusiste mal de la diabetes, te despiden y ponen a alguien más en tu lugar”, manifiesta Martínez.
Hoy, en el Día Mundial de la Diabetes, debes saber que la dieta saludable, la actividad física regular, el control de un peso corporal sano y evitar el consumo de tabaco son indispensables para prevenir la enfermedad metabólica.
Él conoció a una paciente diabética le contó que se desmayó varias veces en su trabajo en un call center, y la culpaban de consumir drogas, pero en realidad tenía niveles bajos de insulina y su cuerpo reaccionaba como cuando se baja la presión arterial. Se desvanecía.
Martínez pasó las etapas de la enfermedad haciendo ejercicio, comiendo saludable, pero de controlar la enfermedad con pastillas llegó, hace ocho años, a inyectarse insulina, ya que su páncreas ya no la producía debido al descuido.
“Llegué hasta este punto porque mi páncreas estaba desahuciado, no funcionaba para nada. Claro, hay que aceptarlo, y creo que es el mayor problema de todas las personas que padecen la enfermedad, tanto el que sabe que la tiene, como el que no sabe que la padece, y si no está bien educado va a seguir cometiendo errores y no se va a poder controlar la diabetes, porque decimos: ‘Una gasiocita no me va a caer mal dos veces al día’, pero debes de tomar conciencia”, comenta el paciente.
Otro problema que sucede con la diabetes es que en ocasiones el organismo está con niveles altos de azúcar en la sangre, entre 300 mg. y 400 mg., pero físicamente no tienen ningún malestar que el diabético sienta como fuera de lo normal, pero con el tiempo se van dando los problemas más graves de la enfermedad, dice Ernesto.
“Tus pies comienzan a perder sensibilidad, podes andar en la playa en la arena caliente, ves a todos correr por la temperatura alta y vos no sentís nada, perdés sensibilidad en las manos y en los pies, como cuando se te duermen las extremidades, y lo sentís permanente. Te podes quemar, te podes herir y no sentís nada”, explica Ernesto.
Lo que ocurre, dice el paciente, es que el metabolismo ya no funciona igual, y cuando te dan infecciones recurrentes que no se curan.
“Yo entré en esa etapa, tuve una herida que se me complicó, comenzó muy pequeña y se generó una úlcera, y ya es de tener mucho cuidado, además de reposo y las curaciones, tomar antibióticos. Yo pensé que me tenía que ocurrir a mí para reflexionar, ya tengo 70 días ingresado en el hospital”, comenta Ernesto.
Para poder tener una diabetes controlada, según explica el paciente, es necesario no solo tener los niveles de azúcar normales, sino hacer una buena dieta, tener buen peso, hacer ejercicio, buena presión arterial, tomar el medicamento a tiempo y tener los niveles de triglicérido y colesterol normales.
“Socialmente a las personas les cuesta aceptar que tiene la enfermedad, y yo soy un hombre de fe, y yo creo que Dios me va a sanar, pero también hay que poner de mi parte, hacer mi parte para poder sentirme bien”, comenta Martínez.
La enfermedad
En El Salvador hay más de un millón de personas con diabetes, de los cuales 500 mil desconocen que la padecen, de acuerdo con el Roberto Cerritos, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Rosales y presidente de la Asociación Salvadoreña de Diabetes (ASADI).
En el 2015, la Federación Internacional de la Diabetes (FID) dio a conocer que son 465 millones de personas en el mundo con diabetes, cifra que para 2040 subirá a 690 millones que estarán sabedores de que la padecen, explicó Cerritos.
La celebración del Día Mundial de la Diabetes, cada 14 de noviembre, surgió con el fin de hacer conciencia sobre la enfermedad. La FID y la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauraron en 1991 dicha conmemoración, como respuesta al alza de los diagnósticos.
Uno de los problemas que mencionó Cerritos es que la gran mayoría de personas no aceptan que tienen diabetes, y como no la controlan sufren las consecuencias de los síntomas graves de la enfermedad.
“Nosotros queremos hacer prevención en los parientes de los pacientes diabéticos, porque lo ideal sería saber qué niños viene ya con los genes diabéticos, pero esto no lo podemos saber. Pero la parte ambiental sí la podemos cambiar”, dijo el especialista.
Las mujeres mueren más por diabetes en los hospitales
La diabetes es la principal causa de muerte hospitalaria de las mujeres, mientras que la insuficiencia renal y los traumas de causas externas son las principales causas de muertes hospitalarias de los hombres, según datos de 2006 a 2017.
El médico sostuvo que los pediatras juegan un papel importante, porque si el médico averigua que hay parientes diabéticos en la familia, debe insistir con los padres para que el menor coma adecuadamente, que tenga una dieta balanceada y que gaste energía.
“Si el niño crece con los hábitos de alimentarse de forma saludable y de hacer ejercicios evitará que se presente la diabetes o se retrasará el aparecimiento de la enfermedad”, manifestó Cerritos.
Ya al llegar a adulto, la persona con factores genéticos de diabetes tendría que evitar el tabaco, el estrés, el alcoholismo y los embarazos múltiples para retrasar que aparezca la enfermedad.
Por parte, Gerson Ávalos, médico internista del Hospital Rosales y estudiante de endocrinología, explicó que entre los síntomas de la enfermedad están la necesidad por tomar mucho líquido, debido la alta cantidad de azúcar en la sangre; muchas ganas de orinar, hasta 10 veces por la noche, y mucha fatiga y ansiedad por comer más de lo normal, debido a la falta de la insulina en el cuerpo.
Otros pacientes con diabetes pueden manifestar visión borrosa, dolor abdominal, vómitos, náuseas, debilidad, mareos y pérdida de peso.
Y algunos síntomas graves, adicionales al pie diabético, derrame cerebral y ceguera, está la disfunción eréctil, dolor en las extremidades inferiores, diarrea, estreñimiento y sudoración excesiva, sostuvo.
La dieta de los diabéticos, comentó Ávalos, sería la ideal para toda la población, porque es la más saludable y no significa restringir algún tipo de alimento, sino hacer un plan alimenticio que tiene que incluir vegetales, carbohidratos, frutas y quitar los azúcares simples, como miel, azúcar refinada, pan y harinas.
Cerritos comentó que es necesario educar a la población y que las autoridades de Salud deben tomar medidas debido a que si no se educa, las cifras de personas con la enfermedad van a crecer aún más y va a ser imposible atender a todos los diabéticos.
La organización ASADI realizó una encuesta donde encontró que la mayor cantidad de diabéticos se encontraban en San Salvador y en el norte del país, debido al alto consumo de cereales, donde la mayor parte de los casos son en mujeres, y actualmente, debido a los malos hábitos alimenticios, también en los niños.
Para que un diabético se mantenga estable con su enfermedad debe tener su peso adecuado, glucosa normal las 24 horas del día, además de presión arterial, colesterol, triglicéridos hemoglobina y orina normales, porque no solo las cantidades de azúcar en sangre son los que se deben medir.
ASADI tiene ya 30 años de fundación, y el objetivo principal es crear conciencia y educar sobre la enfermedad.
Actualmente se enfrentan a dos graves problemas, uno de ellos es el factor económico que no les permite llegar a toda la población salvadoreña, y el segundo es que las personas no aceptan que deben darle seguimiento a su enfermedad para mantenerse estables, médica y psicológicamente.
Hoy en día son 100 pacientes los que se reúnen todos los miércoles para hablar de la enfermedad, donde reciben charlas para conocer más acerca de la diabetes y darle seguimiento a su enfermedad.
