El municipio de Perquín, en Morazán, le apuesta al turismo a través de su “Ruta de La Paz”.
El municipio está a mil 230 metros sobre el nivel del mar, rodeado de montañas, con extensas áreas de pino.
Perquín cuenta con seis avenidas y dos calles en sus alrededores, a unos minutos de ahí se encuentra el Museo de La Revolución y el Cerro de Perquín, lugar en donde se puede acampar.
Esta zona fue transformada por empresarios en una rústica ruta turística, en donde hay hoteles, parques naturales, ríos y cascadas.
Uno de los atractivos es El Bailadero del Diablo, un sitio de imponente topografía y bellísimos paisajes, ubicado sobre la carretera que conduce a Honduras.
Los turistas llegan para campar y disfrutar del extenso campo con vistas a los acantilados y montañas, donde es posible disfrutar de una espectacular atmósfera de paz y tranquilidad.
Los trabajos iniciarán el próximo lunes 5 de noviembre y el lugar permanecerá cerrado por seis meses, tiempo que estiman duren las labores de remozamiento.
Según lugareños, este lugar fue, en tiempos del conflicto armado salvadoreño, el sitio perfecto para el aterrizaje de helicópteros, debido a su topografía.
Uno de los atractivos propios de Perquín es las caminatas sobre senderos de bosque y rocas.
El Llano del Muerto es una extensa área de aproximadamente 6 mil hectáreas de pinares y praderas, con nacimientos de agua, que recorren las grandes formaciones rocosas hasta llegar al Río Sapo y Guaco.