El argentino que sueña con llegar a Alaska en su auto clásico

A casi dos años desde que salió de su natal Argentina a bordo de su carro del año 1969, un argentino viaja solitario y tiene como destino final llegar hasta Alaska. Lleva varios días en el país y nos compartió su increíble experiencia.

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Foto EDH/ Francisco Campos

Por Gadiel Castillo

2018-11-03 9:31:41

Héctor tendrá una gran historia que contar a su familia y amigos al final de su viaje por todo América. Está viviendo su sueño de niño, esa idea que rondaba en su mente y que ahora ya barbado la puede hacer realidad: Llegar a Alaska, en su carro sin prisas pero con muchas escalas.

“Vivíamos a 15 cuadras de la Panamericana y yo le pregunto a mi papá ¿por dónde van los autos desde Buenos Aires a Córdova?, mi padre me responde por la Panamericana y le vuelvo a preguntar ¿hasta adónde llega? Y me dice hasta Alaska”, es así como el argentino Héctor Argiró recuerda que inició su sueño de viajar desde Argentina hasta Alaska a bordo de un carro marca Torino, cuando tenía apenas 10 años de edad.

Argiró recuerda que su pasión por los autos clásicos nació por la influencia de un familiar. “El tío Carlos manejaba tranquilo rumbo al aeropuerto y mi tía le dice: “andá más rápido que van a perder el avión”. Fue el toque necesario para que mi tío acelere la “pupé”, como le decía yo cuando era más pequeño, y toda mi humanidad se desplazó hacia el respaldo del asiento trasero, sentí toda la potencia de los 6 cilindros en mi espalda. Me dije: “cuando sea grande quiero uno de estos”.

Pasaron un poco más de 20 años para cumplir ese deseo, se compró un coupé Torino fabricado en 1969, al cual después de unos meses fue bautizado como Balboa.

Acerca del nombre cuenta que un día tomando unas cervezas con su amigo Luis, platicando de todo un poco, surgió el siguiente diálogo: “¿Cómo anda Balboa? Me pregunta Luisito. ¿Quién?. Le contesto. El Torino. Me dice. Y así fue bautizado Balboa”, narra.

Foto EDH/ Francisco Campos

Teniendo su carro comenzó la planificación para cumplir su sueño: viajar por toda la Panamericana y el continente americano sobre ruedas.

Los años pasaron y fue un 24 de noviembre de 2016 cuando emprendió el viaje que le llevó recorrer hasta el momento más de 40.000 km y va por muchos más para llegar hasta su lugar de destino. Relata que cuando contó de la decisión a sus padres surgieron varias reacciones, para el caso su mamá se puso triste con el deseo, sin embargo, luego le manifestó que si ese era su deseo que siguiera adelante.

En cuanto a su padre le dijo que estaba loco, como iba a dejar tirado todo. “Mi padre pensaba que viajaría por tres meses, pero si lo hacía de esa forma el viaje no se iba a disfrutar porque lo iba a hacer a la carrera y no era ese el plan”, cuenta.

Foto EDH/ Francisco Campos

El viajero agrega que su papá al ver el apoyo de varios clubes se quedó tranquilo y manifiesta que ahora lo apoya desde su natal país. “Fue muy lindo ese cambio porque ahora mi papá se va cuando hay convenciones de autos clásicos, vende camisas y otros artículos y de esa forma me ayuda”, asegura.

Argiró que ya lleva recorridos 14 países desde el día de su partida, narra que para subsistir vende camisetas, postales de los lugares en los que ha estado con su Balboa, tazas, llaveros, calendarios entre otras cosas. También manifiesta que ha recibido el apoyo de diferentes grupos de amantes de los autos clásicos.

Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador son los países visitados hasta la fecha.

 

Su anécdota más bonita cuenta que la vivió en Brasil donde tenía planificado estar entre cuatro a 5 días, pero que por la falla de unos pernos se quedó en el lugar por un mes.

“Por el viaje se desgastaron 6 bulones (pernos) y como mi auto es argentino tuve que mandar a traer a mi país y en todo eso se tardaron un mes. El cariño de la familia fue tan grande que cuando tuve que partir de ese país todos lloraron cuando me despidieron”, cuenta.

El argentino viaja con algunas de sus pertenencias personales y una gran cantidad de repuestos para su Balboa.

Desde la semana pasada llegó a El Salvador proveniente de Honduras, cuenta que su estadía en el país ha sido excelente, pues las personas lo han atendido muy bien y todos los días tiene actividades por realizar.

Entre asistir a exhibiciones de autos clásicos, visitas a radios, conocer los Planes de Renderos, El Boquerón han pasado los días mientras llega el momento de partir rumbo al destino soñado.