Los bebés causan mucha ternura y es inevitable querer besarlos para demostrarles afecto. Sin embargo, esta acción, aunque es inocente y llena de cariño, puede ocasionar graves repercusiones en su salud.
Un simple beso puede transmitir muchas enfermedades y ahora que la época de virus respiratorios ha iniciado es importante mantener a los bebés protegidos de un contagio.
El Virus Sincicial Respiratorio (VRS) es muy común y ocasiona síntomas leves similares a los del resfriado en los adultos y en los niños sanos mayores. Pero puede ser más serio en los bebés, especialmente en aquellos que están en ciertos grupos de alto riesgo, como los menores de un año.
Este virus puede estar en personas de todas las edades y su forma de contagio es a través de gotitas que van en el aire cuando una persona tose, estornuda o se frota la nariz.
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Aunque pueda resultar penoso, es importante pedir a las visitas que eviten dar besos a los pequeños. Además, si hay más niños en casa que tengan síntomas del virus se deben mantener alejados del bebé.
Para esta afección no se utilizan antibióticos porque el VRS es un virus y los antibióticos solo son eficaces contra las bacterias. A veces se administran fármacos para ayudar a despejar las vías respiratorias.
Si su hijo está molesto y es demasiado pequeño para sonarse la nariz, utilice un aspirador nasal (o una pera de goma) para extraerle los fluidos nasales pegajosos.
Llame al pediatra si su hijo presenta cualquiera de los siguientes síntomas:
-Fiebre alta y apariencia muy enferma.
-Secreciones nasales densas.
-Si la tos empeora y se acompaña de mucosidades amarilla, verdes o grises.
-Signos de deshidratación.
-Dificultad para respirar.
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Medidas para prevenir este virus:
-Lavarse las manos con frecuencia y sobre todo antes de tocar a un bebé.
-Asegurarse que las otras personas que cargarán al bebé también se laven las manos.
-No acercarse a los bebés si tienes gripa o un resfriado y usar mascarrilla.
-No estar cerca de personas enfermas.
-NO BESAR A LOS BEBÉS.
-No fumar cerca del bebé y mantenerlo alejado del humo, ya que éste aumenta el riesgo de contraer la enfermedad.