Es sábado por la mañana, Leticia de Avelar, permanece junto a otras personas en el costado de la piscina del Comando de Fuerzas Especiales (CFE), el conjunto habla de la vida cotidiana y de tareas pendientes para la siguiente semana.
Cerca, sentadas en sillas plásticas, hay otras señoras, quienes conversan entre ellas.
En el piso, a los pies de la mayoría las personas, hay un equipaje muy particular: yinas, mochilas y bolsas de tela; además de algunas toallas.
Así, entre pláticas y risas esperan la clase de natación para adultos, que será impartida después de la que imparten a los niños, el proyecto en general es organizado por la alcaldía de Ilopango, con apoyo de la Fuerza Armada.
“Esto es bello, se hacen amistades, nos relajamos, dejamos la presión que vivimos durante la semana”, comenta María Teresa de Herrera, quien está junto a Leticia.