La semana pasada arribó a Argentina Maria da Graça Meneghel, conocida en el mundo de los espectáculos como Xuxa.
La brasileña llegó para promocionar su más reciente proyecto: una empresa de depilación láser. Así que por ahora ya no hay más de sus shows cargados de las canciones, que pusieron a bailar y saltar a toda una generación de personas de los años 90.
Google no desligará el nombre de Xuxa con la pedofilia
La cantante perdió la lucha que sostuvo desde hace ocho años con la compañía internacional. Todo por el filme que rodó cuando tenía 19 años.
“El show de Xuxa”, cumple 27 años y a solo tres meses para que termine el 2018, a la famosa no le ha ido tan bien.
Hace cuatro meses perdió a su mamá a causa de la enfermedad de Parkinson, en julio dio por finalizado un proceso legal con Google para que su nombre no apareciera en el buscador ligado a cuestiones de pedofilia, eso por la película “Amor, extraño amor”, que rodó en su juventud. Y la semana pasada, mientras recibía a los fans en el aeropuerto al llegar a Argentina, un fan y amigo suyo murió.
Fan de Xuxa pierde la vida instantes después de verla
La presencia de la artista brasileña desató el caos en un aeropuerto de Argentina, que conllevó a un desenlace trágico. ¿Qué sucedió realmente?
Los sucesos parecen mentira para alguien que ha impregnado en los niños la fe en la felicidad y el goce de bailar. Para alguien que enseñó la canción “ilarilarié, oh-oh-oh”, que a todos les suena en la cabeza.
El periódico argentino Clarín entrevistó a la cantante, actriz y ahora empresaria, y reveló lo que su sonrisa en el escenario ha ocultado tanto.
“Me acuerdo que era una beba, bien joven, durmiendo, y desperté y le dije a mi mamá: “Alguien ha hecho pis en mi boca”. Yo me cerré de una manera que no sé quién fue, ni la edad, borré, pero sé que a los 13 años fue la última vez”, señaló.
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El trauma ha quedado en su memoria. Reveló que no ha hecho terapia, es más, siempre ha creído que el programa lo era.
“Busqué hacer hipnosis para ver si conseguía volver, pero intenté dos veces y no lo conseguí. No es una cosa muy fácil para tratar, para hablar, no es fácil revivir todo, pero veo que no estoy sola, hay mucha gente que ya pasó por esto, o está pasando por esto”, explicó.
Nunca habló del tema con su familia, a pesar de que los abusos iniciaron a temprana edad, tanto que no lo recuerda.
Sin embargo, guarda mucho cariño por su madre a quien perdió hace meses. Aseguró que aún la extraña “por la mañana, por la tarde y por la noche”. “Cuando abro los ojos ya la extraño. Porque tenía una rutina de ir a su cuarto, besarla, decir buen día. Pero sé que está muy bien porque como estaba, no estaba. Esta enfermedad, el Parkinson, deja a la persona encarcelada en el cuerpo”.
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Contó que su progenitora dejó de hablar y moverse. Ni siquiera podía controlar los dedos. Al final solo quedaron sus ojos, los cuales abría y cerraba. Luego murió.
“Eso no es vida. Soy muy egoísta la quería de cualquier manera cerca. Tengo mucho de mi mamá. Ella me pasó cosas que le enseño a mi hija Sasha”, confesó.