Ella fue la primera mujer universitaria de Centroamérica
En la tarde del 20 de septiembre de 1889, la sansalvadoreña Antonia Navarro Huezo se convirtió en la primera mujer graduada de una universidad en la región centroamericana.
En San Salvador, el maduro boticario Lic. Belisario Navarro contrajo nupcias con Mariana Huezo y procrearon a Antonia -nacida el 10 de agosto de 1870-, José Belisario (1872-1931) y Miguel (¿1874? – 1890).
Huérfanos de padre desde el 18 de septiembre de 1878, Antonia y José Belisario se afanaron para obtener sus bachilleratos en Ciencias y Letras. Pero Antonia tenía serios padecimientos de salud, por lo que presentó una solicitud de excepción educativa ante el mandatario Francisco Menéndez, quien respondió con términos favorables, el 11 de junio de 1886. Gracias a ello, pudo prepararse en su casa y presentarse sólo a los exámenes de rigor en el claustro universitario, en los que obtuvo sobresalientes unánimes.
A inicios de 1887, Antonia se matriculó en la Facultad de Ingeniería, para cursar el doctorado en Ingeniería Topográfica. A los doctores Santiago Ignacio y Juan Barberena, Alberto Sánchez Huezo (doctorando, llegaría a ser su novio), José Emilio Alcaine, Manuel A. Gallardo y Carlos Flores Figeac correspondió la formación de “Toña”, quien en ese primer año obtuvo tres sobresalientes unánimes en Aritmética Superior, Álgebra, Dibujo Lineal y Trigonometría.